Pokemon Black & White [Oneshots] Ferriswheelshiping

"Amaneciendo en compañía"

Los rayos del sol entraban por la ventana de la habitación en aquella casa por las afueras de Pueblo Biscuit. La escena iluminada por la luz solar era hasta un tanto graciosa y la pequeña audino violeta que abrió las cortinas del cuarto, como acostumbraba todas las mañanas cada vez que su entrenadora volvía a casa, no pudo evitar empezar a reír.

En el suelo acostado y con los ojos abiertos se encontraba cierto peli verde con una cara de ligera molestia y hasta cierta envidia mientras cruzado de brazos miraba hacia el techo de la habitación, quien diría que le podría pasar algo asi alguna vez. ¿El motivo? Su nueva, primera y por fin novia se encontraba acostada en la cama, ahora de ambos, y a sus lados muy felices habían varios de sus pokemon e incluso de los de él que sin querer le habían terminado tirando de la cama. A la derecha de la chica de rizos chocolate esparcidos salvajemente por las sábanas, se encontraba abrazado a ella un pequeño Kirlia que dormía y junto a este el Zoroark de N muy tranquilo compartiendo el espacio; del otro lado de la  joven estaba su Hydreigon que ocupaba ciertamente la mayor parte del colchón debido a su imponente tamaño, pero desde que era un pequeño Deino se había acostumbrado a dormir con su entrenadora una que otra noche y la anterior había sido una de ellas. Para terminar y hacer la situación aún más graciosa justo sobre ella se encontraba un pequeño Minccino roncando plácidamente.

N se levantó del suelo y dio una mirada a su novia y toda la molestia que sentía con sus amigos pasó en cuestión de segundos en cuanto vio como de costumbre ella se movía tanto en la cama que su ropa quedaba desarreglada y el no tenía otra opción mas que arreglarla. N soltó una pequeña risa mientras se sentaba a un lado de Touko y suavemente acomodaba su ropa pero justo en ese momento unos ojos verdes se abrieron y malinterpretaron toda la escena a la vez que se burlaban en cierta forma.

"Oh, no sabía que podía ser tan atrevido, amo"

El rostro de N tomó un color carmesí en cuestión de segundos y soltando un jadeo de sorpresa levantó sus manos inmediatamente mientras miraba al dueño de la voz que se oyó en su cabeza. Por un segundo N respiró calmado percatandose de que sólo era su Zoroark que recién se estaba levantando de la cama y sentando a su lado, pero en cuanto se dio cuenta una vez más que era su Zoroark se echó tan rápido hacia atrás que terminó cayendo al suelo mientras negaba con la cabeza aún sumido en su vergüenza y pena mientras su rostro ganaba incluso más color. Aún le resultaba muy vergonzoso el compartir la cama con su pareja y más aún que sus pokemon los vieran dormir juntos, e incluso más si era precisamente Zoroark el que malinterpretaba una situación como esa.

-¡N-no! ¡Te equivocas! ¡S-solo estaba acomodando s-su ropa!- La voz de N salió temblorosa mientras no controlaba el tono de su voz, que en un casi grito histérico de vergüenza terminó despertando a cierta entrenadora de ojos azul mar que comenzaba a estirarse como un pequeño purrloin.

Al ver a su compañera despertarse el chico de mirada cielo nublado casi que contuvo la respiración en un jadeo y quedó estático en el lugar mirando con desesperación y enfado a un Zoroark que sólo reía en silencio mientras veía a la compañera de su entrenador incorporarse y sentarse en la cama aún con sus ojos cerrados.

-Aahh~

Touko soltó un bostezo mientras medio dormida trataba de abrir los ojos para ser recibida su vista por tonos rojos y negros y el suave pelaje de un zorro que frotaba su hocico en una de las mejillas de la de rizos chocolate sacándole una sonrisa.

-¡Buenos días a ti también Zoroark!- En un tono feliz por parte de la campeona, acarició lentamente el gran pelaje esponjoso del pokemon a su lado mientras luego desviaba su mano y acariciaba al pequeño Minccino que ahora dormía en su regazo debido a que ella se levantó.

En cuanto el resto de los pokemon sintieron la ausencia del calor de su entrenadora abrieron los ojos al mismo tiempo y mientras estiraban sus extremidades se acercaban a Touko y ocasionalmente recordaban su cabeza o demostraban su afecto a modo de buenos días.

El primero en abrazar a Touko fue su Hydreigon, quien colocándose detrás suyo recostó sus cabezas en los hombros y cabeza de Touko respectivamente para dar un gran bostezo y con sus dos cabezas laterales frotar las mejillas de su entrenadora ahora que Zoroark se recostaba en un lado del pecho de la chica dándole un abrazo. Por otro lado su cabeza central simplemente comenzó a jugar con la gran masa de rizos que caían en cascada por la espalda de la joven mientras que Kirlia y Minccino simplemente se recostaban en el regazo femenino esperando ser acariciados.

Touko no cabía en felicidad, sus pokemon la adoraban, incluso si había pasado mucho tiempo de no verse ellos aún la seguían y la seguirían amando, incluso su pequeña Audino se había incorporado al abrazo dejando únicamente libre un espacio. Touko estaba feliz pero no sería perfecto a menos que la persona que esa noche había compartido habitación con ella también se uniera.

La vista de la ojiazul recorrió la habitación encontró a su novio en el suelo mirando la escena con una sonrisa alegre y un ligero rubor en las mejillas, en cuanto sus miradas se cruzaron la vergüenza pareció consumirlo mientras su sonrojo aumentaba pero aún así no apartaba la mirada de ella. Touko devolviendo la misma sonrisa que N mantenía, estiró uno de sus brazos, su brazo libre ya que con el otro abrazaba a Zoroark; y le ofreció un cálido abrazo que N no dudó en tomar y sentándose del otro lado de la joven también se recostó a su pecho imitando a su pokemon y la rodeó con sus brazos siendo recibido por Touko.

-Buenos días, héroe de la verdad- Y con un tono juguetón y amoroso Touko recibió en su abrazo a su pareja mientras sonreía causando una ligera sonrisa en el otro también, quien cautivado por la broma respondió al instante en un tono suave y lleno de amor.

-Buenos días, heroína de los ideales.