ᴠᴇɴ ᴀ ᴍɪ ᴄᴀsᴀ ᴇsᴛᴀ ɴᴀᴠɪᴅᴀᴅ [ˡᵃʷʳᵘˢˢᵒ]

• I •

Por eso y muchas cosas más...

Lo único que recuerda después de haber bebido tanto es que los doctores dieron su veredicto. A Laura ya no le quedan ni años ni meses; sus días están prácticamente contados. Las próximas horas serían críticas y lo único que puede hacer es seguir embriagándose en un bar. Sid se lo dijo innumerables veces y en todas ellas lo mandó al diablo, pero ahora le cree.

-Le prometí que vería por ti. Aún no puedo creer que incluso cuando la abandonaste, siguiera preocupándose por ti. Tú le causaste esto, ¿sabes? Así que si muere, será por tu culpa.

Porque siempre era su culpa.

Igual al recuerdo de la asfixia que seguía presente como si hubiera sido ayer. Los gruesos brazos de Kreese ahogándolo. Ver a su madre postrada en una cama de hospital. Todas esas memorias caen sobre él como granizo golpeándolo en la cabeza y comienza a verlos por todas partes: a Kreese, a Sid.

A LaRusso.

No se da cuenta de que está causando un alboroto y pronto un hombre lo amenaza con golpearlo si no se controla. Johnny no lo hace. Desde hace años ha intentado olímpicamente no meterse en líos, pero es justo ahora que solo quiere desahogarse con alguien como solía hacerlo en aquél entonces.

Golpea primero.

Golpea fuerte.

Sin piedad.

El tipo está de pie. Es grande, tiene una tupida barba y huele como la mierda. Johnny sonríe, mofándose de su estúpida argolla en la nariz y la cara de Marilyn Monroe que asoma de uno de sus brazos, que son mucho más musculosos que los suyos. Casi iguales a los brazos de Kreese.

Johnny cambia el semblante y hace un intento de mirar a su oponente justo como lo haría en el dojo desde el otro extremo del tatami. Sus ojos se agrandan con temor. La barba se ha ido y el tatuaje de la rubia es remplazado por una serpiente que amenaza con inyectar su veneno mientras muestra los colmillos. Johnny tambalea, pero desea acabar con esa pesadilla de una vez por todas.

Se pone en posición y levanta los puños, dispuesto a dar el primer golpe. Johnny lo ve borroso, pero sabe que está riéndose de él. Se burla de su derrota y por cómo intenta lucir intimidante. Ahora sí está cabreado y lanza un puñetazo al aire.

-Vamos. ¿Eso es lo único que tienes?

¡Dije que hice lo mejor que pude!

¡No eres nada! ¡Perdiste! ¡Eres un perdedor!

Intenta dar un segundo golpe y falla de nuevo. El tipo baila a su alrededor y todos ríen de nuevo. Después hay dos de ellos. Dos Kreese a punto de matarlo a golpes.

-Oh, lamento mucho interrumpirles la diversión, pero es hora de que mi amigo y yo nos vayamos.

Alguien acaba de sostenerlo de un brazo y lo obliga a irse con él, sin embargo, Johnny está demasiado ebrio como para darse cuenta de quién es y se lo hace saber casi gritándole que lo suelte. Escucha a todo el mundo soltar abucheos y a otros más llamarlo "marica" o "perdedor".