No lo hagas - Justin Bieber #PGP2016 | #HFA's 2016

Capitulo 1

Skyler Claire POV'S

— ¡Despierta pequeña Bella durmiente! —escuché a mi madre Sarah gritando desde la cocina (probablemente) y dando una sonora risa.

— Mamá no hacía falta despertarme con tus gritos —puse mis ojos en blanco y quite los mechones que se dispersaban por mi cara.

Me senté en el borde del colchón bostezando y con un gran bostezo mire mi móvil.

07:30 a.m

— ¡No puede ser otra vez! —me queje por decima vez en el mes me levantaba tarde y no me daba tiempo de absolutamente nada.

Entre al baño rápidamente a hacer mis necesidades, encendí la ducha y quite mi ropa rápidamente ya que hacía mucho frio, porque era Invierno. Sentí el agua caliente chocar en mi piel y agradecí profundamente por eso. Coloque shampoo lavando bien mi pelo, luego enjabone mi cuerpo y salí envolviéndome en una toalla blanca.

Me vestí con un pantalón negro ajustado, puse mis medias junto a mis borcegos marrones. Coloqué una remera negra de tiras junto a un suéter bordo con líneas negras y encima de este mi chaqueta de cuero marrón, la cual hacia juego con mi calzado.

Desenrede mi cabello dejándolo suelto mientras aplicaba en mi cara crema hidratante, corrector y mascara de pestañas. La misma rutina todos los días.

Metí dentro de mi mochila, la cartuchera y un par de cuadernos, agarre mi bufanda color marrón y salí directo a la cocina.

— ¿Vas a desayunar? —me dijo mi padre Héctor que se encontraba tomando su humeante café de cada mañana.

— Es un poco tarde ¿No crees? —hice un pequeño puchero— Comeré algo en el camino, lo prometo —sonreí cálidamente dándole mi voto de confianza.

— Tomo tu palabra hija —me sonrió de vuelta— Pero la próxima vez trata de levantarte un poco más temprano —me envió un pequeño guiño— vete ya que si te ve tu madre te descuartiza.

— Saluda a Mamá de mi parte —dije tirándole un beso en el aire y saliendo hacia mi queridísimo colegio. (Nótese mi sarcasmo)

Hablare un poco de mi, estoy cursando el ante último año del secundario y por ende tengo dieciséis años. Mi vida no es muy interesante, tengo dos mejores amigas que cursan un año más que yo, Mía la que está siempre atenta a todo lo que pasa, aplicada en sus responsabilidades pero también muy conquistadora y Jessie que simplemente su rutina diaria era romper corazones. Mi familia solo consiste de mi madre, padre y mi hermano Joseph el cual estudia lejos de Seattle donde nosotros vivimos, pocas veces nos visita pero cuando nos vemos pasamos todo el tiempo posible juntos sin soltarnos ni un minuto.

Me considero una persona normal en lo físico, tengo lo mío como todos, destaco mucho mis ojos color celeste con un poco de azul oscuro pero me da relativamente igual. Bah no considero que las personas sean etiquetadas "lindas" por su físico. Soy una chica la cual le importa mucho lo que le pasa a los demás a tal punto que me dejo de importar yo misma. Me encanta observar, escuchar y aconsejar a cuanta gente se me ponga enfrente.

Comienzo a caminar hacia la parada del bus, el cual me deja a tres cuadras del instituto, hay tanta gente que no puedo caminar y como no si queda en pleno centro de Seattle.

El transporte hizo su parada, dejando pasar a la gente mayor busque el dinero que necesitaba para abonar el boleto, salude al chofer que veía de lunes a viernes y me senté en mi lugar de siempre.

Amo escuchar música cuando miro por la ventana, aunque hay veces que paso vergüenza por el solo hecho de cantar algunas frases que literalmente soy adicta. Desarme el maldito bollo que se había formado en mis auriculares ¡Es que no había forma en que no se enredaran! Rodee mis ojos y cuando por fin pude poner los dos pequeños parlantes en mis oídos alguien se sentó a mi lado empujándome levemente y junto a esto mi móvil se estrello contra el suelo.

Rogando internamente porque la pantalla no se me haya partido en mil pedazos estire mi brazo tratando de encontrarlo. Sentí el tacto de unas manos muchísimo más grandes que las mías buscando también mi objeto perdido.

Observe a aquella persona y se trataba de un compañero que compartía alguna que otra clase junto a mí. Le sonreí en cuanto me dio mi móvil que milagrosamente no se había partido.

En cuanto quise volver a conectar mis auriculares el bus había parado en la respectiva calle que me dejaba a unos tres minutos del instituto.

Por suerte Mía estaba apoyada contra las pequeñas columnas que sostenían el techo de aquella parada. Le di un beso en su mejilla y juntas comenzamos a caminar hacia la entrada.

***
Primer capítulo, debo admitir que me causaba muchos nervios, gracias por leer :)
Daniela.