Paso a paso

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Después de varios intentos infructuosos al fin pude obtener una valiosa información: su calendario de actividades.

Trato de acallar mi conciencia diciendo que solo me lo toparé casualmente, y me conformaré con verlo de lejos, sin que note mi presencia, tal vez en una ocasión hablarle con el pretexto de preguntarle la hora… Sí, no aspiraba a nada más.

Nadie podría haber predicho el rumbo que tomaron las cosas. ¿Nadie? Mmm quiero creer que fue así…

Después de salir de una larga entrevista se dirigió a una cafetería, iba solo, y esta era mi oportunidad. A pesar de tener cubierto parte de su rostro sabía que era él, varios días de asecho, quiero decir, de investigación no podían ser en vano.

Esperé diez minutos en el auto, por si solo compraba y salía, pero al no ver movimiento, descendí del auto y me dirigí a la cafetería. Lo ubiqué rápido, pero me senté a varias mesas de él, aunque lo podía ver de frente. Tuve que poner todas mis fuerzas en concentrarme en la lectura, en el café que pedí, y solo observarlo un par de segundos cada cierto tiempo, pero sin que notara mi insistente mirada. ¡Ahhh! Por todos los dioses, es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer, quería correr a su lado, pedirle una foto, gritar de emoción, abrazarlo, pero no me lo podía permitir, tiraría a la borda todo lo que había logrado hasta entonces.

Estaba muy metido en su lectura (¿algún libro, manga?), pero se le notaba cansado. Llamé a la mesera y le pedí una bebida. En lo que la preparaban me fui armando de valor y determinación. Al fin regresó la mesera y la dejó en mi mesa. Sin pensarlo tomé el vaso, me levanté y sin dudarlo me acerqué a él.

Suavemente puse el vaso en su mesa, a lo que él sin mirarme me dijo:

-Gracias, pero no lo pedí.

No pude evitar esbozar una sonrisa ante aquel comentario, y le respondí:

-Lo sé, disculpa mi atrevimiento, no pude evitar mirarte, la forma en la que vienes vestido llama un poco la atención, y luces agotado. Sabes, en mi país tengo un hermano menor (¡¡¿HERMANO MENOR?!!, diablos, ¿porqué dije eso, porqué no mejor un amigo?), me hiciste acordarme de él y me preocupé. Por ese motivo no pude evitar pedir esta bebida energizante. Por favor tómatela, no desconfíes, no le he puesto nada, si tienes alguna preocupación puedes preguntarle a la mesera, y te dirá que en cuanto me la trajo me dirigí hacia ti.

Con esos dulces ojos me miraba con asombro y un poco de desconcierto. Le sonreí tímidamente, y haciendo una pequeña reverencia me despedí, no sin antes agregar: –Por favor, asegúrate de tomártelo todo, te ayudará a recobrar energías.

Di media vuelta, no había avanzado ni tres pasos cuando escuché su voz

-¡Nuna, espera!

En ese momento me dieron ganas de gritar y saltar de la emoción, ¿mis oídos me estaban jugando una broma? ¿Realmente me habló? Respiré profundamente y me di la vuelta…

-¿Si?

Él estaba de pie a un lado de la mesa, me hizo una pequeña reverencia y tímidamente dijo –¡Gracias nuna!

Antes de que me ganaran mis emociones, le sonreí, una reverencia, y me retiré del lugar… Subí al auto y después de asegurarme que las ventanas estuvieran arriba y no hubiese nadie alrededor, grité de emoción y alegría. Kyaaaaaaaa!!! Ya podía morir en paz, me había mirado unos instantes y me dirigió unas palabras. No podía creer la suerte que había tenido. Pensé que cuando cruzáramos palabras, por muy banal que fuera tendría suficiente, pero sucedió todo lo contrario. Quiero verlo de nuevo, quiero verlo de nuevo, quiero conocerlo a fondo, y un pensamiento egoísta fue tomando forma: “me gustaría convertirme en alguien importante para él”…

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