Desaparecida?

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Sai:

-Diga?.- El número de la comisaría?

-SAI, desaparecida en la calle Océano desde las 6 de la tarde.

-Lo siento Mickey 10-7, ya sabes. (10-7 : fuera de servicio)

-De todos modos pásame los datos que haré patrulla de civil. -Asiente y me llega una foto de... ALE?

Le enseño la fotografía con la orden de desaparición y llama de nuevo a su padre, de los nervios me había llamado a mi, su padre se llama Sebastián, y se ha equivocado con la "S"

-PAPÁ! Que estoy bien hombre! Estás en casa?

-ESTOY EN LA PUERTA DE TU AMIGUITA Y NO VEO LUZ, ME ASUSTÉ.

Ale:

Bajo las escaleras corriendo y por un instante creí poder volar, pero no...

Me deslicé justo tres peldaños antes del suelo de la entrada y mi frente impactó contra la mesa de entrada que tiene Sai para poner las llaves y un par de fotos.

Al escuchar tremendo golpe Sai viene corriendo y enciende las luces.

-SI ES NORMAL QUE TE CAIGAS, ENCIENDE LAS LUCES!

-Para, un segundo, estás bien?.-Me pregunta preocupada tocándome la cara despacio.

-Si si si, ahora me limpio déjame abrir.-Pongo la mano en la cerradura y la suya me impide abrir la puerta.

-Abro yo. -Sai saca de su parte trasera del vaquero un arma y apunta hacia la puerta.

-Escuchame quédate detrás de mí, veo luces de patrullas y  están en frente de la casa de una comisaria, no creo que vengan a por mí; igual es algún ex tuyo que me quiere pegar...

-Oye no te rías de mí idiota.- Le pegué en el hombro por boba.

Un hilito de sangre corre por mi ojo, pasando por el cuello y cayendo a mi sudadera.

Abro la puerta y ahí está mi padre con un coche de la policía de escudo, dos hombres apuntándome con armas y Sai haciéndome de protección contra proyectiles.

En cuanto ven a Sai los guardias bajan la pistola y preguntan:

-Todo en orden?
-Afirmativo.-Contesta ella sacando una placa dorada del bolsillo.

-HIJA!

Voy corriendo hacia mi padre y le grito:

-Pero a ti te parece normal montar esto?! Ah y esto de la cabeza es un golpe, me acabo de caer por las escaleras para ir a abrir la puerta, no me pasó nada, no contesté porque llevamos estudiando media tarde y ahora estábamos descansando  miré la hora y me desorienté.

-Entonces vente que vamos al hospital, ve a por tus cosas.

-No papá deja estoy bien.

-No estás bien, si quiere se la cuido yo que como ve (saca su placa) soy amiga y policía, doy gracias a mis estudios que también tengo títulos en enfermería y emergencias, asique hoy puede quedarse conmigo. Por cierto me llamo Sai, encantada señor Sebastián.

Llega Sai por dentrás metiéndose en la conversación y mi padre frunce el ceño según la ve escondiendo la pistola ente el pantalón y la sudadera.

Se dan la mano y mi padre le da las gracias, y que ya se conocerían mejor en otro momento.

-Tu quieres hija? seguro que estás bien?

-Papá, me viene bien desconectar, y curarme esto que mañana tengo la obra! ES VERDAD LA OBRA!! Papá nos vamos tengo que descansar.

-Me dejas tu pijama no? Perfecto. -Cojo a Sai por el brazo y doy media vuelta para entrar en casa.

Ni si quiera le he dado tiempo a Sai para contestar ni tampoco a mi cerebro para procesar. Me duele mucho la cabeza como para ello.

¿Por qué ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora