Cae la noche en Madrid.
La gente abandona la calle y se mete en casa.
Las calles, son entonces ocupadas por
densos vapores, que salen de casa de los que ahora regresan.
Y todo se tiñe tétrico, fantasmal...
Pero se respira una extraña belleza.
La oscuridad te invita a pasar.
De vez en cuando, y si estas atento, se pueden distinguir figuras con forma humana.
Son las almas de aquellos que prefieren vivir en el Madrid nocturno, pues a menudo se sienten atraídos por la soledad.
La cuidad tiene dos caras. Y ni la una conoce a la otra, ni la otra quiere ser conocida por la una.
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Un Poco De Todo
PoesiaExistencialista por naturaleza. Romántico por afición, nostálgico de profesión. Soldado de lo bello, lo puro y lo sincero. Ese soy yo.