Capítulo II

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Tienta mi destino

Por Nincox20 y Quinn5Merle2Bain4

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Esta vez, era Viktor quien no había podido dormir toda la noche. En un principio había sido porque tuvo que llevar a rastras —de nuevo— a Yuuri hacia el cuarto donde dormía, y en cuanto se había echado en la cama junto a él, se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en las "películas" (así había dicho Yuuri que se llamaban) que habían visto durante la noche.

En ellas, había descubierto que los humanos compartían un concepto de amor diferente al que a él le habían enseñado. En su mundo, su comunidad vivía en armonía gracias al amor, expresaban constantemente el amor a sus hermanos, a la comunidad y a la tierra, pero el amor de pareja era algo completamente desconocido para él. Un amor romántico capaz de luchar contra viento y marea donde sin importar quien o quienes se interpusieran era fuerte, poderoso y puro. Incluso se sorprendió a él mismo cuando un pensamiento lo abordó: "¿Cómo será experimentar algo así? ¿Yo seré capaz de sentir... ese tipo de amor?".

Sin embargo, cuando ya sintió que el cansancio lo invadía y le obligaba a cerrar los ojos, de repente empezó a sentir mucho más frío durante la noche que días anteriores. Lo cual le pareció extraño, porque se suponía que, debido a que él era un ser de la naturaleza, el clima, por muy caluroso o helado que fuera, no debía afectarle (justo como Yuuri había pensado en un comienzo).

Trató de despertar a Yuuri, pero él no respondió. Después de intentarlo varias veces sin éxito y ya cansado, terminó levantándose de la cama para ir a tomar algo de agua, a lo mejor eran alucinaciones suyas por la sed. Caminó hacia la cocina a paso sosegado y cuando llegó ubicó rápidamente la jarra llena de agua, al darse cuenta de que le faltaba un vaso, decidió usar su habilidad de levitación para atraer uno hacia sí, pero cuando el vaso estuvo a medio camino, pareció perder el efecto y cayó en picada.

A Viktor casi se le salió el corazón, pero logró interceptarlo con la mano antes de que tocara el suelo. Agradeció internamente a sus reflejos de hada, sino no lo habría contado. Aquél hecho lo dejó aún más preocupado, y aun estando en la cama ya abrigado (se había puesto más ropa de Yuuri), ya no pudo conciliar el sueño durante lo que quedaba de la noche pensando en lo que había pasado.

Así que, apenas las primeras luces del sol entraron por la persiana, se levantó intranquilo y decidió que intentaría algo. Volvió a la sala para evitar despertar a Yuuri (ya sabía que se ponía de mal humor si no dormía bien) y ahí intentó probar sus habilidades. Empezó haciendo crecer la planta de una semilla que se encontraba en una maceta que ayer le había pedido comprar a Yuuri; todo funcionó bien, la pequeña brotó con un bonito color verde y fue creciendo, se formó el tallo, unas cuantas hojas y después unas hermosas flores de color violeta que Viktor había reconocido que también crecían en su mundo. Contento con eso, siguió con su siguiente habilidad, que era el poder de crear luz, extendió sus palmas y se concentró, un cosquilleo le recorrió la piel y las chispas brillantes se formaron para crear una esfera luminosa.

Finalmente, se dijo, llegó el turno de probar su habilidad de levitación, que era la que más le preocupaba. Pero no lo haría con un simple vasito, no. Él mismo sería el que levitaría en ese momento. Se ubicó en el centro de la sala, cerró los ojos y se concentró. Sintió aquella energía mágica recorrer todo su cuerpo y a sus pies que dejaban de pisar el suelo, incluso sintió sus cabellos elevarse, pero de repente, se precipitó contra el suelo sin poder detener la caída con sus pies dada la sorpresa, golpeándose la cadera. Sin embargo, esto solo sirvió para alentarlo, más decidido que antes, se dijo que tal vez era porque se había acostumbrado a caminar por el suelo, y que, si no veía suelo bajo él, seguramente levitaría.

Tienta mi Destino | Yuri on IceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora