Tienta mi destino
Por Quinn5Merle2Bain4 y Nincox20
1
Mucho más allá de las lindes del bosque, donde los árboles eran cada vez más espesos y solo el rumor de los pájaros o el arroyo eran capaz de perturbar la quietud del ambiente, un secreto jamás revelado habitaba el mundo humano.
En ese lugar, a donde los humanos jamás habrían de llegar, una primavera hermosa y eterna se alzaba frente a los prados. Los rocíos brillantes solían decorar todas las mañanas la superficie de las hojas de los árboles con un destello plateado casi hipnótico, dándole al paraje un aspecto mágico, y tal vez no se alejaba mucho de la realidad.
Desde que Viktor había tenido uso de razón, todo eso era lo único que había conocido jamás. Con sus brillantes ojos color zafiro, larga y plateada cabellera, y pies ligeros como el aire se podía intuir fácilmente que él poseía un espíritu libre, despreocupado, juguetón y, en ocasiones, salvaje como el viento. Todas las hadas de ese lugar eran parecidas, de una belleza idílica y de alma sencilla y práctica; sin embargo, y a pesar de que en su mundo no existían prohibiciones como tal, existía algo que todos sabían que no debían hacer nunca.
—¿Por qué no podemos cruzar el portal? —preguntó Viktor por tercera vez ese día, con un genuino deseo de conocer el motivo plasmado en sus ojos.
Mila, a quien el joven hada había estado siguiendo todo el día en busca de una respuesta, soltó un suspiro cansado. Se volvió hacia el joven y trató de poner la mejor sonrisa que pudo.
—A ver, Vitya. ¿Y por qué tanto interés de un día para otro? No es como... —Mila lo pensó un poco antes de responder, sabiendo que lo que diría tal vez no sería del todo cierto —... no es como si fuera la gran cosa, ¿sabes?
—Es... curiosidad. Nadie habla de ello, pero todos lo saben.
—Así es. Y es por eso que no entiendo esta repentina "curiosidad" por saber la razón; es decir, ya sabes por qué. —Mila se acercó más a Viktor y, poniendo una mano en su boca para mantener un tono más confidencial, le susurró: —. Ya sabes, por los humanos.
Viktor sabía de los humanos, claro que sí. Nunca había visto uno, pero alguna vez a un hada se le había escapado mientras él caminaba —fisgoneaba— cerca de ahí. Más tarde se había enterado de que las hadas no los mencionaban porque no los consideraban un buen tema de conversación, y él quería saber la verdadera razón.
—Pero, ¿por qué? ¿Son acaso malos los humanos? —Mila no tardó ni un segundo en taparle la boca para evitar que eso fuera oído por todos los que estaban alrededor.
Le miró con reprimenda y después lo tomó de la muñeca para llevárselo a un lugar más apartado. Cuando estuvieron lejos del resto de hadas, fue que soltó un suspiro y miró directamente a los ojos de Viktor.
—No, no son malos. Bueno, tal vez sí. ¡Quién sabe! Escucha, aún si los humanos no sean malos, estoy segura de que el mundo humano no es el adecuado para un hada, nosotros pertenecemos aquí —Mila advirtió que Viktor estaba a punto de formular otro "por qué", así que prefirió adelantarse —. Había un hada... —Antes de continuar, Mila le dirigió una mirada que le indicó al joven que lo que estaba a punto de contarle no podía salir de ahí, solo atinó a asentir —. Era como todos aquí, ya sabes, pero... uno de esos días cruzó el portal. No volvió en días y cuando lo hizo habló de cosas extrañas y diferentes, nos dijo que había seres allí que se llamaban "humanos", pero incluso ellos se escuchaban imposibles. Sin embargo, cuando no volvió después de haber ido por segunda vez, todos pensamos que... —Viktor entendió, Mila desvió sus ojos hacia el bosque, en dónde sabía que el portal estaba —. En fin, aquí no se habla ni de los humanos ni se cuestiona el por qué no se debe cruzar el portal, ¿entendido? —No le dio tiempo a responder, simplemente se dio la vuelta y, levantando la mano, se despidió diciendo: —. Será mejor que dejes de pensar en eso. Nos vemos, Vitya.
ESTÁS LEYENDO
Tienta mi Destino | Yuri on Ice
FanfictionViktor anhela en lo más profundo de su alma algo que todavía desconoce. En un mundo mágico lleno de misterios y criaturas fantásticas, suspira a la tenue luz de luna en busca de respuestas; pronto su espíritu libre lo conduce a un paraje desconocido...