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Operación: Muérdago •All Couples•

Peter observó la sala con detenimiento.

Aburrida, silenciosa, nada atractiva. Necesitaba cómplices para hacer de la torre un lugar más animado sobre todo en esas fechas.

Quería decirle a sus padres pero últimamente estaban peleando tan diferente a otras veces. Había dolor en sus palabras que no quería indagar más.

Sus tíos salían a misiones tan seguido que era complicado verlos por la torre más de dos días continuos.

Solo quedaban los menores. Fue ahí, que sonrió.

•••

—¡Me voy a caer, verga!— gritó enfadado el platinado mientras trataba de colgar un par de guirnaldas en las paredes.

—No seas dramático, hermanito. Cállate aún nos faltan los demás pisos.— regañó la melliza acomodando las esferas por tamaños.

—¿Cuántos llevamos?

—Dos.

Pietro hizo un berrinche agitando sus brazos. La decoración no era lo suyo, mucho menos, la ayuda.

—¿Y por qué solo nosotros estamos haciendo esto?— se quejó terminando de colgar la decoración. —¿No pueden ayudarnos?

—Dios, tu voz se escucha hasta el pasillo, Pietro. —dijo Peter entrando con dos cajas más. — Una mano por aquí.

Wanda al ver las manos ocupadas del menor le quitó el par con ayuda de sus poderes.

—Peter, no tengo problema en decorar. Sabes que me gusta pero es demasiado para tres personas. —opino la menor apenada. —¿De verdad no hay alguien más que nos pueda echar una mano?

El pequeño Stark pareció meditarlo. Sonrió sabiendo que podría ser un pequeño error.

•••

—No vamos a poner dildos cómo si fueran esferas en el árbol, Wade. Es la cuarta vez que te lo digo.

—Vamos teñido, será divertido. ¡Baby boy tu amigo es una gallina!

Peter río avergonzado. Wanda miraba con desaprobación al mayor que trataba de decorar muy a su estilo el árbol.

—¿De verdad?

—Quería ayudar. —respondió defendiendo al rubio. — No es tan malo cómo parece.

La melliza cruzó los brazos insegura, sabía de la extraña relación de Peter con el mercenario, no es que estuviera condicionado o fueran una pareja con problemas. Era más la peculiaridad de sus personalidades extremadamente diferentes.

Peter parecía feliz al lado de Wilson y aunque fuera difícil de admitir, Wade protegía al menor en cada minuto que pasará cerca o lejos de él sin importar los sobreprotectores que eran sus padres.

—Bien, hagamos lo mejor para terminar pronto con este desastre. —animo la castaña dirigiéndose hacia su hermano y el invitado. —Lo ideal será que nos dividimos el trabajo, hagamos dos parejas para hacer diferentes cosas.

—Elijo estar con mi baby boy. —interrumpió Wade con emoción. —Tenemos un pendiente, chiquis.

Peter se sonrojó causando curiosidad en los mellizos.

—Eres un sucio, Peter. Cara de santo, cuerpo de diablo.

—¡Pietro!

—Cómo iba diciendo...— Wanda cubrió los labios de su mellizo y amigo. — Wade ayudarás a Peter con las decoraciones en la pared. Pietro y yo nos encargaremos de los adornos y muñequitos que tenía guardado Stark en algunas cajas.