Capítulo 22.

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“Oh mi Dios…!”

Leah se tapó la boca con incredulidad.

Henry, que recibió la mirada sofocante del duque, volvió la cabeza. Obstinadamente apretó los labios. 

“Odio a los mentirosos. Mas si es mi hijo.”

“….”

“Dime.”

“….”

“¡Henry!”

“¡Nwo!” (No)

La voz del duque se hizo cada vez más fuerte, hasta que grité y me deslicé entre ellos. Corrí hacia el brazo del duque, cerré los ojos con fuerza y me colgué de su brazo. 
 

“Henly estwá asustwado. Twiene miedwo de ti.” (Henry está asustado. Tiene miedo de ti.)
 

‘Yo también tengo miedo.’

‘Debo estar loca. Colgándose del duque, un monstruo que invoca maná, sin pensar.’

Sería menos aterrador meterse en la boca de un león. Todo mi cuerpo temblaba de miedo. Los agarres del duque se aflojaron lentamente. Henry, que fue liberado por el duque, apretó los dientes y salió corriendo de la habitación. Seguí detrás de él. 

Aunque me las arreglé para agarrar su mano, Henry la alejó tan pronto como mi agarre lo tocó.
 

‘¡Agh!’

Casi me caigo por la fuerza repentina. Me apresuré a levantarme y me acerqué a Henry. 

“Henly estwá bien tener miedwo.” (Henry está bien tener miedo)

“….”

”Le twengo miedwo a los objetwos afiladwos. Twengo miedwo de las ranas. No es malo twener algo de lo que le tienes miedwo.” (Le tengo miedo a los objetos afilados. Tengo miedo de las ranas. No es malo tener algo de lo que le tienes miedo.)
 

“….”
 

“Yo twe protwegeré. Vwamos con el Dyuque.” (Yo te protegere. Vamos con el duque.)
 

“¡Quién te pidió ayuda!”

El grito de Henry resonó con fuerza en el pasillo oscuro. Me quedé atónito y mi mano extendida se retiró. Henry apretó los dientes y me miró. 
 

“….”

“¿Sigues fantaseando con nosotros como una familia feliz?”

“….”
 

“¿De verdad crees que te has convertido en mi hermana solo porque estás en el registro familiar? No me hagas reír. No hay nadie que realmente considere a un huérfano sin una gota de sangre en común como familia.”
 

Henry soltó esos comentarios hirientes y se burló. 

“No pierdas el tiempo y mantén tu nariz fuera de mis asuntos.”

Al final de la advertencia, dio la espalda.

‘Que obstinado,’ pensé.
 

Me paré en el mismo lugar y miré su figura que se desvanecía. 

***
 

Cuando volví al lado del duque, les dije la verdad sin dejar nada fuera, excepto la parte donde le tendí una trampa a Teramore. 
 

“…Cuandwo fui a la sala dwe estwudio, vi a Henly y al abwuelo Teramore. El abuelo lo estwaba golpeando, estwaba asustada.” (Cuando fui a la sala de estudio, vi a Henry y al abuelo Teramore. El abuelo lo estaba golpeando, estaba asustada.)

The Baby Raising a Devil [Español] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora