Capítulo 35.

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Cattlea Walston era la niña más bonita de las familias filiales de los Dubblede. 

Tenía el cabello rubio brillante que se parecía al de su madre y encantadores ojos azules, que era un símbolo de la familia Dubblede. 

Hace unos días, el barón Walston regresó a su mansión con mucha emoción. 

“¡Oportunidad, ha llegado una oportunidad!”

La baronesa le preguntó a su esposo encantado.

“¿A qué te refieres con una oportunidad?”

“¡La oportunidad de que nuestra hija sea hija de Dubblede!”

“¿Qué quieres decir? Ya ha sido rechazado una vez, ¿no es así?”

No era raro que una rama de la familia enviara a un niño a recibir educación de pedigrí. Especialmente si era una niña como Cattlea.

La hija del barón poseía un poder divino excepcional. Por eso, recibió educación de la iglesia a una edad temprana. 

Mientras ella siguiera creciendo así, el barón podría asumir el cargo de sumo sacerdote; además, si contaba con la ayuda del duque Dubblede, posiblemente podría convertirse en cardenal. 

La pareja le pidió al Duque que aceptara a su hija para poder afianzarse, pero se negaron. La razón era que sus manos ya estaban ocupadas cuidando a tres niños. 

“Los ancianos dijeron que me apoyarían.”

“¿Por qué de repente?”

“¿Qué quieres decir? Es por la niña del destino.”

La baronesa frunció el ceño. 

La mera mención de la Niña del destino la molestaba. 

Dijeron que ya tenían las manos ocupadas, pero aun así adoptaron a esa niña. 

A pesar de que fue a pedido de la Emperatriz, se enojaron mucho cuando pensaron que una niña que ni siquiera había alcanzado el nivel de Cattlea había robado el lugar de su hija. 

“¿El Duque cambiará de opinión esta vez?”

“En ese momento, nunca había visto a Cattlea correctamente, por lo que la rechazó. Si dejan el puesto a un hijo del destino, se darán cuenta de lo tonto que es su juicio.”

La baronesa frunció los labios al oír el alarde de su marido. 

Ya se habían difundido rumores de que al Niña del destino se le había dado un segundo nombre. El nombre de la ex Duquesa de Dubblede. 

Era terrible pensar que estaban siendo influidos por una niña plebeya. 

Pero si Cattlea estaba en los Dubbledes y ocupaba su lugar, 

La baronesa podría intervenir en los asuntos de Dubblede con el pretexto de ayudar a su hija. Ella es una baronesa impotente, por lo que puede reinar sobre los nobles que la ignoraron antes. 

La baronesa mientras acariciaba el cabello de Cattlea, dijo 

“¿Puede complacer a su excelencia y a ese par de hermanos?”

Ante la pregunta, Cattlea sonrió alegremente.

“¿Cuándo te he decepcionado?”

“Eso es cierto.”

La baronesa besó la cabeza de su hija.

…….Pero

Cattlea agarró su falda con fuerza. 

The Baby Raising a Devil [Español] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora