-Vamos a hacer un trato.
Los ojos de Mel se ampliaron ante mis palabras.
Los guardias, perplejos y asustados, alistaron sus armas.
Pude verlos por el rabillo de mis ojos, pero no sentí pánico, ni en lo más mínimo.
Los guardias no eran tan tontos Como para atacar sin el permiso de Mel, especialmente por una amenaza de este nivel.
Ademas, esta conversación
era más urgente asi que continue sin que me importaran.-Lo que estoy diciendo es, que sus intereses son parecidos a los mios.
No pediré nada escandaloso. Si intormación es lo que desea, a
cambio tambien deme intormación, por favor.-Información?-Cuando Mel se acerco a mi, tome la iniciativa de explicara detale a que me referia.
—Así es. La forma en que esto va a funcionar es, responderemos a las preguntas del otro, una a la vez…será un ciclo en el que nos turnaremos para preguntar y contestar. No se permitirán respuestas cortas, porque de ese modo la conversación nunca llegaría a su fin, ya que ninguno de los dos lados obtendrá información de tales respuestas. Por supuesto, no está obligado a responder si no puede, pero si le hacen una pregunta que no puede responder, diga honestamente que no sabe y se le hará otra pregunta. Si ya no tiene nada más que quiera preguntar, entonces se termina con una última pregunta de la otra persona. ¿Qué le parece?
Cosas como esta debían mantenerse simples o de lo contrario, definitivamente perdería si se tratara de un juego de estrategia. A diferencia de Mel, quien poseía una mente inteligente, yo sólo era buena para mantener las apariencias.
Naturalmente, no demostré mi falta de confianza y, en su lugar, fingí hacer una concesión y ofrecer condiciones igualitarias.
—…Por mí está bien, pero ¿hay algo que realmente desee preguntarme?
—Sí, por supuesto, ya que hay muchas preguntas y respuestas que decidirán mi futuro curso de acción —respondí honestamente a sus palabras llenas de dudas.
—Está bien si no puede responder, Joven Mel, pero sería problemático si miente, así que hagamos un contrato o algo así.
— ¿Iría tan lejos?
—Si no puede hacerlo, entonces esta conversación ha terminado.
—Ah, espere, ¡espere! ¡Lo haré! Oye, ve a preparar los papeles.
—Eso no será necesario.
Detuve a Mel, quien había llamado a uno de sus guardias para que preparara el contrato y saqué dos hojas de papel, las cuales, un plebeyo normal no tendría, de una bolsa de lino. Miré a Mel, quien los aceptó dubitativo y saqué dos hojas más para mí.
— ¿Necesita pluma y tinta?
—No…siempre las llevo conmigo.
—Como se esperaba del Joven Melvin.
Saqué mi pluma y luego, usando mi mano como superficie plana, rápidamente tracé una firma torcida. Aunque ahora estaba acostumbrada a escribir con una pluma, a veces echaba de menos los bolígrafos y los portaminas. A pesar de que estas hojas se consideraban como de buena calidad en este mundo, no se comparaban con las de mi viejo mundo. Mel, quien no debería saber de la leve melancolía que había oculta en mi acto, me miró con una expresión y un ambiente serios.—…Espere un momento. ¿Si esto lo decidimos justo ahora? ¿Cómo es que ya están nuestros nombres en el contrato?
—Dios, ¿una pregunta tan pronto? Ni siquiera hemos decidido quién va a preguntar primero…
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LADY ROSE QUIERE SER UNA PLEBEYA
FantasyDebido a una falsa acusación, el compromiso de Felicia Swallows, una dama admirada por las jóvenes doncellas, y su Alteza quedó anulado y ella misma, fue expulsada de la escuela. Alrededor de Felicia no hay más que malentendidos, pero ella misma, en...