Capítulo 8

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Pasaron varios años desde mi exilio y ahora ni se cuántos años tengo y ahora soy un comerciante de objetos varios, ni recuerdo cuantos años tenía cuando me exiliaron pero si tenía como 22, ni me interesa, no quiero recordar mi vida allí dentro, tengo un refugio seguro, lo encontré en una de mis búsquedas de encontrar donde quedarme era una casa abandonada, la reforcé tanto que ninguna bala puede penetrar las placas de metal, cuando me exiliaron tuve que robar algo de ropa para pasar desapercibido, le di dinero después para saldar mi deuda, rara vez me metía en problemas con otros comerciantes o personas y esos problemas terminaban en golpes o disparos, por suerte nunca tuve que matar a nadie, no quiero cargar con el peso de haber matado a alguien... me alegra cada vez que un amigo comerciante me da cartas de Carla, al fin supe porque fui exiliado, su padre me incrimino porque se enteró de que gracias a mí que me siguió desde mi casa al campo de tiro la puse en peligro, no tenía ni idea de que me seguía, pero era porque me quería regresar algo, también se enteró que la bese ya que ese día tenía un aroma diferente, por eso creo esas pruebas falsas y aquí estoy gracias a ello, no tenía ningún remordimiento contra ella pero contra su padre sí, hoy me llego otra carta que no puedo responder pero esta era distinta era de un color rosa, no blanco como habitualmente eran, la abrí y vi su contenido

Hola Jenet

Espero que estés bien, ya han pasado exactamente 15 años desde que te fuiste, tu amigo me dice que estas bien y eso me alegra, siempre quise responderte desde ese día, planeaba responderte el día siguiente, pero me entere que mi padre te exilio trate de hablar contigo cuando te escoltaban fuera de Santuario... pero mi padre me lo impidió, todo fue parte de su plan desde el principio para sacarte del camino, ya hasta busco una pareja para mi... pero yo no estoy de acuerdo, ya estoy harta de seguir sus órdenes, ¿que si te amo?, es mejor que te responda en persona, nos vemos en esta dirección a las 11pm

- Carla

Me sorprendí bastante ya que eran las 10:40pm y me apresure en llegar a esa dirección, estaba cerca de santuario así que no debería haber problema, entonces la vi allí esperándome aunque estuviera cubriéndose la mayor parte de su cuerpo para que nadie la reconociera, la reconocí, sabía que era ella, me acerque a ella lentamente, pero como los zorros tienen buena audición me escucho venir, saco un arma de fuego, una pistola para ser exactos y me apunto, yo era irreconocible para ella, parecía un vagabundo, tenía una barba grande y cambio mi aspecto

- ¿Eres Jenet? – Pregunto con una voz fingida

- Si – Respondí con una voz ronca

Mi voz cambio a una más ronca ya que tuve que fingir que era algo más mayor para hacer trabajos pequeños, me acostumbre a hacer esta voz y ya no pude volver a mi voz original

- ¿Exactamente que me dio Jenet cuando nos conocimos? – Pregunto

Me quede callado tratando de recordar, escuche que empezó a apretar el gatillo y justo cuando creí que me iba a disparar lo recordé

- Una flor pequeña algo peculiar, tenía la mitad azul y la mitad roja – Respondí

Ella me siguió apuntando, creí que esta ves si moriría, pero si era a manos de la persona que amaba no me importaba, pero empezó a bajar el arma y avanzo hacia mí, cuando estuvimos cara a cara vi que había crecido algo, pero yo también crecí así que estábamos igual que antes, se quitó su capucha y me miro a los ojos por unos segundos, no me esperaba que me abrazara en ese momento, le regrese el abrazo, ella empezó a llorar y yo acaricie su cabeza

- Y aun la conservo... - Dijo

Sonreí y seguí acariciando su cabeza, su pelo era tan suave que no podía dejar de tocarlo, quería recordar... todo, Carla se separó de mí y me miro, sus mejillas estaban llenas de lagrimas

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