LA OBSESIÓN POR LA CORONA

Capítulo 15: Afecto fraternal

Al regresar a casa, Madeline se quitó el vestido que llevaba y las horquillas que le metían en el cabello, liberando su cabello rubio donde pasó la mano para peinarlo. El vestido estaba cuidadosamente doblado y colocado a un lado para que pudiera devolverlo junto con los otros vestidos que su familia le había alquilado al señor Heathcliff.

Tomando el cepillo del tocador, Madeline comenzó a cepillarse el cabello cuando escuchó decir a su hermana Beth.

-A Lady Catherine le debe gustar mucho el señor Heathcliff, ¿no?

Beth seguía mirando el vestido rojo que había usado, lo cual era triste porque tendría que separarse de él mañana por la mañana.

Madeline, que estaba moviendo su mano, quitando los nudos de su cabello, dijo.

-¿Es porque ella lo invitó al baile?

-Claro, ¿por qué más una mujer de su estatus le preguntaría a un hombre que pertenece a la clase media?

Preguntó Beth apartando la mirada de su vestido y levantándose de la cama para comenzar a doblarlo.

-Si no me equivoco, escuché de la Sra. Lanton que había muchos pretendientes que se estaban presentando en su puerta. Ella podría haber elegido a uno de ellos, pero en cambio, eligió al Sr.Heathcliff

Madeline siguió cepillándose el pelo.

-El señor Heathcliff es un hombre guapo. Tiene un trabajo decente

-Yo estaría de acuerdo en que sea guapo, pero ser sastre es apenas un trabajo, Maddie.

Dijo Beth, agitando la mano.

-Sabemos que trabaja para el Rey y sus súbditos que viven en el castillo, pero si era tan importante, ¿por qué el Rey no le envió una invitación?

-¿Quizá la persona que estaba atendiendo la invitación olvidó poner su nombre?

A Madeline le pareció extraño que el señor Heathcliff no haya recibido una invitación esta noche, pero gracias a Lady Catherine pudo asistir al baile.

-Hmm

Beth hizo un sonido de desacuerdo con la boca cerrada.

-Quizá hizo algo desagradable. ¿Bailó contigo?

Beth sabía que no, porque el hombre indudablemente solo había bailado con Lady Catherine y nadie más.

Madeline negó con la cabeza, mirando a su hermana a través del espejo, dijo.

-El estaba ocupado. Hubiera sido de mala educación dejar el lado de Lady Catherine cuando fue ella quien lo invitó

Ella esbozó una pequeña sonrisa.

Beth, al ver la expresión del rostro de su hermana, colocó el vestido junto al de Madeline antes de ponerse de pie detrás de ella.

-Sé que te gusta el Sr. Heathcliff, y el hombre te mira con ojos, Madeline pero un hombre que ni siquiera podía invitarte a bailar, ¿crees que comparte los mismos sentimientos que tú? Estoy seguro de que esta noche hombres y mujeres han bailado con más de una pareja.

Colocó ambas manos sobre los hombros de Madeline.

-No pretendo desanimarte, pero el hombre necesita saber para tomar la iniciativa. No se que le impidió invitarte a bailar y te ves hermosa esta noche

-Gracias, Beth

Madeline puso una de sus manos sobre la mano de Beth que estaba sobre sus hombros.

Madeline, que estaba a punto de decirle a Beth que el señor Heathcliff la había invitado a salir, decidió no hablar de eso por ahora. Después de todo, ese día iban a ir a la casa de su tía. Quizás cuando llegara el día, se lo haría saber a su hermana.

Al mismo tiempo, sabía a qué se refería Beth y estuvo de acuerdo en algún lugar, aunque su corazón quería ignorarlo. De hecho, hombres y mujeres habían bailado con más de una pareja. También hubo un tiempo en el que él no bailaba sino que permanecía inactivo, dándole una sonrisa desde la distancia que ella había devuelto con una cortés.

Madeline luego cambió la conversación para decir.

-La comida estaba deliciosa, ¿no? Tenían estos hermosos pasteles

-No esperes menos de la hospitalidad del Rey

Beth respondió.

-Había tantos candelabros que creo que dejé de contar cuando llegamos al salón de baile. Mamá seguía hablando de esta fuente y ahora deseé haber salido de la habitación. Si no fuera por la cantidad de hombres que me seguían pidiendo que bailara con ellos

Beth negó con la cabeza, lo que hizo sonreír a Madeline.

-Eso es lo que pasa cuando eres hermosa, ¿no?

Para Madeline, su hermana Beth era la más hermosa del pueblo. No era que Beth fuera solo hermosa, pero por la forma en que hablaba, podía encantar a una persona con sus palabras.

-Oh, silencio

Beth se inclinó y la besó en el costado de la cabeza de su hermana pequeña.

-Sólo tú y mamá me alaban

Madeline no pudo dejar de sonreír.

-Tu eres mi hermana

-Y tu eres mio

Beth respondió con una sonrisa, apretando suavemente los hombros de Madeline para soltarlo finalmente.

-¿Te gustó alguien? ¿Alguien que llamó tu atención?

Preguntó Madeline, ansiosa por saber, ya que era difícil complacer a Beth. Se volvió para ver a Beth tomando los vestidos de ambos para colocarlos en el armario.

Beth tenía una expresión pensativa en su rostro.

-Hmm, creo que el Sr. Danvers fue interesante. Parecía ser más inteligente que darme una expresión de amor. Quiero decir que el otro es bueno que viaje, pero creo que resultaría muy solitario. Es mejor tener a alguien a tu alrededor

-Ciertamente

Madeline, que había terminado de cepillarse el cabello, colocó el peine sobre el tocador para escuchar a su hermana decir.

-Es una pena que el Rey no apareciera. Escuché de una dama que estaba lejos del castillo; por lo tanto, invitó a gente del pueblo porque no quería mezclarse con nosotros, pero luego otro dijo que el Rey aparecería más tarde. Pero ya sabes, luego nunca apareció

Con la ropa cambiada y todo lo que se había dejado de lado, se metieron en la cama preparándose para dormir. La casa de Harris no era grande pero tenía dos cuartos, un recibidor y una cocina. Madeline sopló la vela que estaba en su lado de la cama y apoyó la cabeza en la almohada.

Se alegró de que la noche hubiera terminado. Tan hermoso como era el castillo y otras cosas, no pudo evitar pensar en el hombre enmascarado plateado con el que se había encontrado.