Capítulo 9: En medio de la multitud

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Al escuchar la voz profunda detrás de ella, Madeline se giró para encontrarse con los ojos del hombre que la miraba. Había algo muy intimidante en la forma en que la miraba, una oscuridad que permanecía en esos ojos oscuros.

Levantó la mano con el pañuelo en la mano, y los ojos marrones de Madeline bajaron la mirada hacia su mano para darse cuenta de que efectivamente era su pañuelo. Lo había estado sosteniendo todo este tiempo, lo que la hizo preguntarse cómo se le escapó de las manos.

Agradecida de que el hombre lo hubiera notado, Madeline le ofreció una sonrisa.

-Gracias

Y cuando ella dijo esas simples palabras de gratitud, el hombre que la estaba mirando respiró en sus palabras que sonaban dulces en sus oídos.

Vio cómo ella se acercaba para tomar el pañuelo que él le había quitado de la mano sin que ella lo supiera cuando pasaron al lado del otro. No había ningún anillo en su dedo. La mitad de su rostro estaba cubierta con la máscara de rosa dorada, que estaba hecha de tela. Había visto un atisbo de su rostro sin la máscara que iba y venía más rápido que una brisa, pero sus ojos lo habían capturado.

No usaba perfumes como los demás que eran demasiado fuertes y en cambio, olía a flores. Flores que eran raras y crecían en épocas de picos. Notó la astilla de miedo y duda que apareció en sus ojos cuando agarró el pañuelo, tirándolo suavemente, el cual no soltó en los primeros dos segundos. Una sonrisa se formó en sus labios que se ensanchó detrás de su máscara, que la chica no pudo ver.

Madeline no sabía si la persona estaba sonriendo o no, ya que sus ojos parecían estar mirándola desalentadoramente. Cuando soltó la tela, ella finalmente la volvió a poner a su lado y se la guardó en el bolsillo lateral.

-¿Te gusta un baile?

-¿Qué?

Pero el hombre no hizo ningún esfuerzo por reiterarlo, ya que sabía que ella lo había escuchado y sus palabras habían surgido solo por sorpresa.

Madeline no estaba segura de bailar, no es que no pudiera, pero había planeado salir de la habitación para tomar un poco de aire. ¿No andaba buscando a alguien más? Pensó Madeline para sí misma.

-Tu pareja puede querer bailar contigo primero

Dijo y notó la forma en que su cabeza se inclinaba hacia su lado.

El hombre levantó la mano esta vez vacía, esperando su mano.

-No tengo pareja con quien bailar, harás el honor

La chica se veía vacilante como si estuviera preocupada por él y él se rió entre dientes.

-¿Hay alguien esperándote?

Le preguntó a ella. La había estado mirando, estudiándola desde que ella captó su mirada y la chica no tenía pareja. Algunos de los hombres miraron en su dirección, queriendo invitarla a bailar con ellos, pero seguían recitando cómo preguntarle a la chica.

A Calhoun no le importaban los demás y no necesitaba recitar cómo acercarse a ella. Cuando estaba en la galería, quería saber si la chica era tan intrigante como le parecía desde arriba. Él había llamado su atención, y ahora que la veía de cerca, era una hermosa flor que estaba intacta.

Esta vez Madeline pudo decir que la persona detrás de la máscara estaba sonriendo, sus ojos se volvieron un poco pequeños.

-No. No vine con pareja

LA OBSESIÓN POR LA CORONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora