•Empowered•

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Alexa.

Tenía quince años cuando pasó, mis padres me dejaron en un callejón escondida en una de las colonias más pobres de Manhatan, Nueva York se considera la metrópoli más grande del mundo y la segunda después de Tokio.

Posiblemente tu pienses que en Nueva York todos somos ricos, tenemos dinero, hay empleos, nadie es de clase baja o media. Sin embargo. Eso es completamente incorrecto.
Como en todos los países, Estados, continentes, etc. Siempre habrá gente pobre. Gente que necesita ayuda, económica y psicológica.

En mi caso, yo necesitaba dinero. Pase por las calles más pobres de Manhatan hasta que me hallé en Nueva York.
Y estaba sola.

Mi única compañía fueron unos papeles que tenía en un sobre dentro de mi pantalón. Una acta de nacido. Con un nombre completamente diferente.

¿Lo primero que hice? Lloré.
Mi familia me había abandonado. El único pecado que había cometido fue el de nacer.
Yo no pedí nacer. Yo no pedí estar en este mundo en donde la sociedad cada vez se pudre más con pensamientos y principios incorrectos. Cómo sé qué tampoco pedí tener una familia  como la que tuve.

Mi nombre era Alexa. Alexa Anson.

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