EMPOWERED

Cinco

Alexandra Rose

Mamá me mira con una expresión de fastidio mientras esperamos nuestro turno hacia mi cita con el doctor.

Papá camina de un lado a otro con expresión de preocupación.

—No entiendo que hacemos aquí cariño.

—Alexa está enferma.

—Pense que no nos importaba lo que le pasará— Bajo la vista hacia mis manos.
Mis ojos se llenan de lágrimas al escuchar a mamá.

—Una cosa es que no la soportemos, y otra muy distinta que dejemos que se muera.

—Me da lo mismo.

—Pues a mi no y ya callate.

Mamá bufa y se levanta dirigiéndose hacia la otra punta del pasillo.

—¿Papi?.

—¿Que?.

—¿Mami no me quiere?.

Papá se paraliza al escuchar mi pregunta, el me mira con lástima.

—No te deseábamos hija, pero nos responsabilizamos, el que no te prestemos mucho atención no significa que no te queramos.

Papá suspira y se sienta a mi lado.

—Tu madre ha sufrido mucho Alexa, no la odies.

—Ella no me quiere.

—Ella te quiere Alexa, a su manera, pero lo hace.

Agosto, 2020.

Lunes.

Te diré que es lo que más odio de estar en el ojo de todo el mundo.

Que se creen tener el derecho de criticar tus decisiones.

Te diré otra cosa que más odio.

Tener que fingir que estoy cómoda.

Sonrió de lado cuando apenas entrando al enorme foro de Noved, varios me miran sorprendidos.
Siento a un montón de flasheos sobre mi desde afuera mientras gritan mi nombre.

Paul y Bill mis guardaespaldas se quedan desde atrás de mi para evitar que alguien me toque.

Magali dice que la primera impresión que se llevan de mi es que soy elegante, distinguida, misteriosa e intimidante.

Ciertamente lo hago para generar respeto en este mundo de fama. Pero eso no significa que sea grosera y no sonría.
Es la primera vez que decido hacer una entrevista, y se los he concedido a una revista que siempre ha hablado de mí. Mentiras y más mentiras.
Se que me voy a divertir jugando con el tiempo de estas personas por mis respuestas. Y al final callaré algunas bocas.

—¡Alexandra Rose!— Una joven se acerca hacia a mi con una enorme sonrisa, sus ojos verdes me parecen tener algo escondido. Su sonrisa es falsa.—¡Cariño me alegra tanto tenerte aquí al fin!.

La miró fijamente, traigo puesto lentes de sol, por lo que se que ella no puede ver mis ojos.
Una chica algo hipócrita. Vestida de una manera particular. Ella me abraza dándome un sutil beso en la mejilla.

—Mandy Seller.— Mi voz sale con serenidad. Ella intenta sonreír un poco más.

—Espero que estés a gusto cariño, faltan poco minutos para entrar.

—Te recuerdo que la entrevista sólo está dedicado a mi metas profesionales.

—¡Oh si claro! ¡Por supuesto!.— Ella ladea su cabeza mirándome con atención. Sus ojos la delatan. Tiene una vibra algo peligrosa.