BUMBLEBEE ||1 TEMPORADA||

CAP 1

(Siendo actualizada para que tenga un poco más de sentido)

— Increíble tu presentación Witwicky— le vacilé mientras jugueteaba con las gafas que había tratado de vender en clase con un resultado obviamente desastroso.

— Suelta eso Alex, si se rompen no podré venderlas y entonces...

— Sí, sí, no tendrás tu coche— interrumpí rodando los ojos— Escucha genio...— hablé chasqueando los dedos frente a su cara mientras sonreía— Ya has conseguido los dos mil y con este...— señalé el papel que llevaba en sus manos— ... ya van tres sobresalientes— él abrió los ojos como platos— Espabila genio que te quedas sin coche— sonreí antes de ver como el despistado de mi amigo corría en dirección al coche de su padre listo para no volver a montarse el él nunca más. Reí al verlo dar saltos en la distancia.

— ¡Ey rubia!— me gritó de pronto alguien a la espalda fastidiando así mi buen humor— ¿Qué tal con tu novio?— preguntó con una ironía insultante mientras él y sus amigos se reían.

— ¿Y tu novia que tal? A no espera, que la pobre se anda de zorra con tus amigos— me burlé yo entonces mientras disfrutaba de la cara de asombro del chaval y la de enfado de sus amigos— Oh, espera, ¿Se supone que era un secreto? Ups— y dicho eso me fui de allí escuchando una inmensa maraña de gritos a mi espalda, para aquel punto mi cabeza ya tenía asumido el hecho de que los tíos eran idiotas y, como idiotas, no podían hacer nada más que ser cada vez más idiotas, pero aún así, día tras día, lograban sorprenderme con alguna tontería nueva. Si fuese Sam y hoy me diesen un coche conduciría lejos de aquí simplemente para no tener que verlos.

— Ey Alex— escuché a alguien llamarme cuando me acercaba a la puerta— Esta tarde hay fiesta en el lago ¿Te apuntas?

— ¿Van a estar Miss cuerpo perfecto y musculitos?— pregunté con un poco de molestia recordando la última fiesta, como toda fiesta estadounidense nos encontrábamos al estereotípico chico popular de cuerpo perfecto pero insufrible y a su novia que parece querer hacerle competencia a Barbie pero en morena, ambos formando un dúo insufrible que a nadie le cae bien pero que por alguna razón es popular. De nuevo, estaba rodeada de idiotas.

— Imagino que sí ¿Por?

— Porque ni de coña me verás allí— aseguré antes de irme de allí, tenía pensado ir a casa y cuanto antes llegase mejor. Más aún si había fiesta.

De camino a casa, la cual estaba a unas pocas manzanas de la de Sam, observé el coche que descansaba frente a la casa del susodicho. Reconozco que me sorprendió verlo, sobre todo porque no había pasado ni una hora desde que lo vi por última vez ¡Y ya tenía un coche en su puerta!
Witwicky, eres tremendo conformista porque nadie encuentra su coche ideal tan rápido.

— Aunque... voy a reconocer que es un buen coche— murmuré al pasar a su lado, un camaro amarillo con franjas negras, un color algo chillón pero que por alguna razón con el que podía imaginar a Sam.— ¡Ey Sam!— grité desde el jardín mirando hacia la ventana de este esperando hasta ver su cabeza asomar frente al cristal.

— ¡Alex! ¿Qué ocurre?— preguntó él mientras terminaba de cerrarse una camisa muy poco de su estilo— Justo iba ir a verte.

— ¿Y ese outfit?— pregunté con curiosidad.

— Oh esto, no es nada— comentó tratando de sonar modesto— Voy a ir a la fiesta del lago.

— Sam ¿Acaso estás invitado?— cuestioné con duda mientras me cruzaba de brazos.

— Yo no...— empezó antes de señalarme— Pero tú sí.

— ¿Perdona?— parpadeé varias veces para asimilar si era una broma o hablaba en serio— ¿Escuché bien? Ir a una fiesta con musculitos y Miss cuerpo perfecto, claro, suena increíble— afirmé con completo sarcasmo— Además ¿Cómo demonios te has enterado? Si ha sido hace menos de una hora que me invitaron— inquirí confusa.