CAP 8

2.5K 212 52
                                    

— Vale, ya lo sabéis, tened paciencia y por favor os lo pido, no encañoneis a nadie— pedí mirando fijamente a la camioneta negra, había pasado un día desde la charla con Ironhide y Optimus acerca de la presentación de los autobots a los militares y, tras muchas horas de charla, logramos encontrar una solución.

— Bien soldados, habéis oído acerca de lo que pasó ayer en Nevada— empezó a decir caminando de forma firme frente al grupo de más de 50 soldados. Mientras tanto Sam, Mik y yo permanecíamos junto a los autobots transformados en vehículos, luego mi hermano nos hizo la señal para que nos fuésemos preparando— Todos sabéis de sobra que eso no fueron maniobras convencionales, así que... qué creéis que ocasionó el despliegue?

— ¿Rusos?— se escuchó a alguien.

— ¿Talibanes?

— ¿Norcoreanos?

William negó y acto seguido nos dió pie para decirles a los autobots que se transformasen. Una vez lo hicieron el pánico y la sorpresa de los hombres que ahora se encontraban petrificados en su sitio fueron palpables.

— Ellos son autobots— empezó a decir mi hermano, mientras los iba presentando a todos con la excepción de Bumblebee que aún estaba en reparación— Son una raza alienígena que ha venido para ayudarnos a combatir a aquellos de su misma raza que desean nuestra perdición, los llaman decépticons, quedaos bien con él nombre pues ese es al que hay que temer, los autobots son aliados, a los decépticons hay que reventar les la cabeza con balizas perforantes.

— No tengáis miedo humanos— dijo entonces Optimus hablándole a los soldados— Sabemos que esto es nuevo para vosotros y es comprensible que desconfieis y estéis asustados, pero vuestro planeta ha sido generoso con nosotros al ofrecernos asilo entre ustedes así que juro que jamás permitiré que este planeta sea dañado por aquello que buscan su fin

— Esto es de locos— se escuchaba entre murmullos perplejos y atónitos.

— ¿Alienígenas?— cuestionó otro.

— Sí, y además aún falta uno que debido a su sacrificio por salvarnos la vida a Mikela y a mí está siendo reparado— comenté dando un paso adelante ganándome la atención de los soldados— Sabemos que esto es... sorprendente, pero ellos han arriesgado su vida por nosotros, su planeta fue destruido y perfectamente podrían haber mirado hacia otro lado mientras los decepticons destruían la Tierra para recuperar su planeta, así que por favor, confiad en ellos— les pedí logrando finalmente ver las miradas de los soldados mas tranquilas, o al menos hasta que una musica a todo volumen nos sorprendió a todos junto con el sonido de un coche quemando rueda— ¿Qué...?

Miré a los autobots y a mis amigos buscando el origen del ruido hasta que de pronto y para sorpresa de absolutamente todos un coche amarillo apareció derrapando a toda pastilla por la puerta del andén, inconscientemente sonreí al ver de qué se trata a.

— ¡Bumblebee!— grité cuando este saltó justo por encima de los cadetes antes de atropellarlos al tiempo que se transformaba para aterrizar en el suelo con una pose digna de película.

— ¿Me perdí la fiesta?— preguntó como si nada con un tono burlesco en la oración.

— ¡Bumblebee!— grité mientras corría hacia él y abrazaba una de sus piernas. Sam y Mik no dudaron en imitar mi gesto— Menos mal que estás bien, que rapidez tiene Charlotte— comenté con alegría mientras miraba a Sam y a Mik y después a los autobots que se mostraban felices de ver a su amigo, después Bee hizo lo que parecía una sonrisa e hizo como la primera vez que nos vimos todos, me cogió, me levantó y me sentó en su hombro, y yo por supuesto solté un grito por la sorpresa— Te dije que avisases, ya sabes que mi corazoncito es frágil— reproché echándole una mirada no muy amable, no obstante eso cambió cuando  un movimiento rápido y sutil percibido por el rabillo del ojo me hizo alertarme— Eres consciente que si le disparas estás prácticamente muerto ¿Verdad?— cuestioné con desdén al cadete que empuñaba su arma apuntando a Bumblebee— Además, es solo una pistola ¿Qué pretendes, abollarlo?

BUMBLEBEE ||1 TEMPORADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora