CAP 3

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En cuanto Sam recordó dónde había dejado las gafas fuimos a su casa de inmediato y mientras Sam y Mikaela buscaban las gafas yo vigilaba que los autobots no la liasen mucho. Pronto supe que era una tarea imposible.

— Ey ¿Qué diablos hacéis?— pregunté al ver que se acercaban a la casa.

— Tenemos prisa Alex, necesitamos esas gafas con urgencia— respondió Optimus con impaciencia.

— Que les metáis prisa no hará que vayan más rápido así que ve y se un camión normal calladito y que no anda y se mueve por voluntad propia— mandé en un tono muy en serio. Sin embargo pronto comprendí que aquello iba a ser una tarea si no difícil imposible, más porque no se estaban quietos— ¡Ironhide!— exclamé al ver como, por impaciente y no estarse quieto— ¡Ironhide! ¡Aquí, ahora!— grité señalando hacia el escondite.

Por supuesto controlar su impaciencia no iba a dar resultado y por ello mismo Sam acabó con cinco robots alienígenas en su patio destrozándolo todo, llevé mis manos a mi cara suspirando pensando en lo que le iba a dar al señor Witwicky cuando viese así su jardín.

— ¡Chicos! ¡Ey! Escondeos, vamos, vamos— les pedía una y otra vez hasta que finalmente me hicieron caso, o en parte al menos.

— ¡Alex!— escuché entonces a Sam gritarme desde su ventana— ¿Se supone que están escondidos? Mi jardín no es un parking de coches— y es que era cierto, no habían tenido una mejor idea que volverse coches en medio del jardín.

— ¡Hago lo que puedo, pero son muy impacientes! Tú busca las gafas de una vez— le pedí con algo de desesperación, no fue sin embargo hasta el pequeño terremoto que los propios autobots habían provocado que finalmente decidí darme por rendida.

— Sam, necesitamos esas gafas— le dijo Optimus otra vez en su forma androide mientras se acercaba a la ventana juntoncon el resto de autobots,

— Oye no os acerquéis a las ventanas ¡Y Ratchet apaga esa luz!— le grité antes de escuchar de pronto las voces de los padres de Sam, me quedé helada unos instantes antes de correr a esconderme bajo el porche— ¡Escondeos, y hacedlo bien!— les pedí justo antes de escuchar la voz del padre de Sam en el interior de su habitación lamentarse mientras veía el destrozo del jardín.

— Los padres de Sam son muy molestos— escuché decir a Ironhide mientras su mano se transformaba en un cañón— Dejadme acabar con ellos.

— ¡Ey! Ni se te ocurra— le pedí alzando una mano en su dirección.

— Tiene razón, no podemos atacar a los humanos— le dijo Optimus calmandome un poco, si él lo decía entonces así sería. Eso calmaba un poco mis nervios con el de gatillo fácil.

— Solo era una propuesta— se defendió él antes de que de pronto Optimus se acercara al borde de la casa y se asomase por el lateral.

— Dios mío ¡Optimus! ¿Qué haces?

— Tenemos compañía, humana— informó mientras bajaba su mano a niveles del suelo invitándome a subir en ella, lo miré sorprendida unos instantes antes de armarme de valor y subir, pronto me vi agarrada a uno de sus dedos mientras alzaba su mano lo suficiente como para ver a una caravana de coches negros blindados acercarse a donde nosotros.

— Hay que irse, ahora— aseguré para luego ser dejada en el suelo, los autobots rápidamente salieron de allí como coches sin embargo yo, que iba a ir a donde Sam y Mikela para advertirles, fui frenada por Bumblebee que derrapó hasta parar frente a mí cortándome el paso.

— Sube— me mandó mientras abría la puerta.

— Bumblebee tengo que avisarles.

— Los salvaremos, te lo prometo, pero si puedo te pondré a salvo antes que dejarte aquí a tu suerte— afirmó haciéndome suspirar derrotada para así entrar y sentarme en el asiento del conductor, le iba a dar el punto al amarillo solo porque el hecho de ser detenida no me resultaba nada atractivo.

BUMBLEBEE ||1 TEMPORADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora