Ambos dejaron sus chaquetas en el perchero y Mingyu lo hizo sentarse en el salón, mientras iba a buscarle un refresco. Comenzó a tocarse los labios de forma impaciente, no sabiendo muy bien qué diablos iba a pasar y buscó distracción mirando las paredes y dándose cuenta por primera vez de que habían algunas fotos familiares de Mingyu de pequeño con sus padres y su hermana. El alto se sentó a su lado, tendiéndole el vaso y mirándolo entretenido, como si su inquietud y su curiosidad le hiciera gracia.
-¿Qué es lo que te preocupa?-le sorprendió que preguntara directamente y casi se atragantó con el refresco.
Mingyu le dio algunas palmaditas en la espalda y esperó a que se recuperara.
-No vas arrepentirte ¿verdad?
-Las parejas destinadas no funcionan así. -frunció el ceño, su tono sonando más serio y bajo.
-Lo sé, pero ¿no lo harás cierto? - El lobo se acercó, en un momento, Wonwoo se encontró rodeado por Mingyu.
Una mano en su cintura, la otra en su muslo y sus ojos negros fijos en los suyos haciéndolo arder en todas partes. Podría haberse conformado con ese gesto, pero él habló porque sabía que necesitaba oírlo de su boca.
-No, Wonwoo, no me cansaré de ti ni voy arrepentirme. -le dijo jodidamente cerca de su boca. -Aún no te he comido. -
- ¿Se supone que yo soy tu cena?-susurró y sus labios se rozaron.
No hubo una respuesta, no era necesaria, no ahora. Los ojos de Mingyu destellaron un momento al amarillo, el lobo en la superficie y eso calentó demasiado a Wonwoo en vez de aterrorizarlo, joder. Y lo mandó todo al infierno, porque estaba cansado de jugar al juego de las citas y quería besar a Mingyu.
Probó su boca y el lobo explotó, respondiéndole al instante, como si tan solo necesitara su permiso, su confirmación para poder dejarse llevar y sip, diablos, él quería que se dejara llevar.
Wonwoo gimió contra sus labios, aferrándose a Mingyu y el alto se apoderó del beso, subiéndolo de intensidad. Él rodeó su cuello con sus brazos, atrayéndolo más, porque no estaba lo suficiente cerca y el lobo gruñó mordiendo su labio inferior al separarse. Wonwoo podría haberse quejado, pero no tuvo objeción cuando el tipo le comenzó a besar el cuello y juró que tendría una marca ahí al día siguiente. No puede decir que eso no lo excitara, porque lo hizo, maldita sea, y a lo mejor volvió a mandar todas sus dudas anteriores al carajo. Al fin de cuentas, Mingyu era su lobo y él quería ser comido.
Buscó el dobladillo de la camisa de Mingyu, tirando de esta hacia arriba y él volvió a gruñir un poco por tener que separarse para cumplir con el capricho de Wonwoo. Al chico se le volvió a secar la boca por la visión de su piel morena expuesta y encontró la mirada del alto, dándole un guiño coqueto y empujándolo hacia atrás. Minguu se dejó hacer y él lo obligó a que se tumbara en el sillón
Fue un tanto complicado e incómodo lograr sentarse a horcajadas sobre sus caderas, pero la cosa fue estúpidamente maravillosa cuando lo consiguió. Wonwoo se dedicó un momento a pasar sus dedos largos por los brazos y el pecho de Mingyu, mientras el lobo lo miraba tan atentamente que podía arder.
-Wonwoo.-oh, joder, fue tan erótico.
-No eres el único que tiene hambre ¿sabes? -comentó sin saber bien de dónde sacaba esa audacia y coquetería.
Mingyu alzó una ceja, pero terminó con la boca de Wonwoo sobre su piel. Dejó que vagara sobre sus clavículas, pecho y pezones, jugando a su antojo y provocándole jadeos y gruñidos que solo lograban estimular más al chico. Sin embargo, su diversión se interrumpió un segundo cuando llegó a la cinturilla de sus pantalones y Mingyu clavó su mano en su cabeza con mucha suavidad. Ojos atormentados le devolvieron la mirada y Wonwoo no dudó en bajar la cremallera. Se relamió los labios y Mingyu resopló, tomando una brusca respiración. Movió inconscientemente sus caderas contra sus manos, buscando ser liberado y Wonwoo se trató de colocar lo mejor posible entre sus piernas largas para bajar lo suficiente el pantalón y los bóxers.
Su erección lo saludó dura y caliente y Wonwoo tragó saliva, dándole una sonrisa juguetona, porque bueno, puede que hiciera un tiempo que él no hacía eso por nadie y a lo mejor se sentía demasiado excitado pensando en su pene en su boca. Wonwoo reconoce que lo hizo lento como un bastardo, lo miró a los ojos al recorrer la vena de su miembro y pasó la lengua por el glande, tentándolo.
Mingyu cerró las manos en dos puños a sus costados, sus ojos brillando entre el negro y el amarillo y su respiración tan errática como la boca de Wonwoo probando a su lobo. Después, simplemente comenzó, subiendo y bajando por su erección todo lo que su garganta podía tragar sin ahogarlo y por un jodido instante, se preguntó cómo se sentiría tenerlo dentro. El mero pensamiento lo animó, haciéndolo gemir contra su miembro y Mingyu enterró una mano en su pelo con una suavidad que no esperaba, pidiéndole mudamente más. El sabor del preseminal en su lengua fue un aliciente y se valió de su palma derecha para aumentar la fricción y para descansar su mandíbula.
Mingyu movió las caderas un poco más y Wonwoo fue testigo de cómo el lobo se reprimía para no sacar todo su lado salvaje de una sola vez, porque mierda, se volvía loco. Y cuando se corrió lo hizo en su boca porque Wonwoo así lo quiso y lo miró a los ojos todo el tiempo. Mingyu vocalizó un joder y él se retiró, limpiándose los labios con los dedos, y sonriéndole de medio lado como un bastardo caliente, porque, sip lo estaba y mucho.
-Y ahora es cuando el lobo me come. -murmuró arrastrando las palabras.
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𝓦𝓸𝓷𝔀𝓸𝓸 𝔂 𝓮𝓵 𝓛𝓸𝓫𝓸 [ℳℯ𝒶𝓃𝒾ℯ]
Fanfiction- Eres un cambiaformas - Dime tu nombre - Jeon Wonwoo