Les expliqué lo suficiente y sin mentiras. Cómo fue que nos conocimos (lo cuál no fue mentira, nos conocimos en el hospital), que lo quiero lo suficiente para pasar al siguiente paso que es casarse. ¿Debería ser suficiente? Jamás lo sería.
Los siguientes días habían sido alarmantes, apenas llegábamos del hospital la fogosidad emanaba en cualquier situación, cocinando, viendo una película, trabajando, cenando, en la ducha, en el auto...
Pero a su vez seguíamos con nuestra libertad, por mi parte seguía con el jugueteo llamado Adam y el por su parte también tenía otras mujeres a la cola. Obviamente siempre con los cuidados ya conversados.
¿Me causaba celos?
Para nada.
-Saldré unas horas, veré a un viejo amigo.
Me robó un beso y se fue rápido del departamento. Yo me quedé sentada en la cama con la televisión encendida y la laptop a un lado. Tenía trabajo pendiente y era un viernes por la noche, mañana sería día libre de hospital y eso me tenía contenta. Día libre que Adam también tendría.
Decidí invitarlo a cenar en el departamento. Carlisle llegaría tarde y no nos sorprendería si es que las cosas salían mejor de lo planeado. Quedamos en que el llegaría con el sushi y yo a la vez prepararía el ambiente algo más romántico.
Me puse una blusa negra que se traslucía un poco, debajo solo me dejé un sostén que hacía juego con mi braga, si tenía suerte el sería el primero en ver mi nuevo conjunto.
Pero por alguna razón bebí antes de que llegara, necesitaba tener el cuerpo suelto y la mente abierta, pero el corazón siempre cerrado.
Sonó el timbre y corrí a abrir. Temía que mi cara de emoción fuese demasiado. Pero el rostro se me destruyó cuando vi quien era.
-Hola Esme, espero no interrumpir algo- Dijo mi "suegra" intentando ver hacia el interior.
Quizá sospechó por las velas encendidas en la mesa de centro y mi escote bajo la camisa.
-¡Hola!- Intenté actuar rápido y quitar mi cara de terror. -Claro que no, esto es... una sorpresa que le tenía a Carlisle.
La hice entrar y caminó mirando todo a su alrededor. Yo por otra parte buscaba mi celular rápido para abortar misión con Adam y rogarle a Carlisle que llegase lo más rápido posible.
La mamá de Carlisle se sentó sin dejar de mirar todo y yo le sonreía incómoda mientras mataba a Carlisle por celular. Ninguno de los dos me respondió y sonó nuevamente el timbre. Le rogué a los Dioses que fuese Carlisle.
-Debe ser mi hijo- Dijo animosa y me reí nerviosa caminando hasta la puerta.
-O quizá el repartidor que trae la comida. -Prácticamente lo canté.
La abrí lentamente para ver quien era.
-Es el repartidor, vuelvo enseguida- Exclamé y me quedé con Adam afuera. Este me miraba sin entender con las bolsas en la mano.
-Debes irte ahora- Le susurré rápido intentando empujarlo.
-¿Por qué?- Me susurró también y lo empujé hasta llegar al ascensor.
-Luego te explico.
La puerta del ascensor se abrió y venía Carlisle con su padre.
-¡Qué sorpresa!- Exclamé con la emoción más falsa de la vida.
-¿Cariño que hace el aquí?- Me dijo Carlisle mirando de reojo a Adam y luego a mi.
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Casanova /CarlisleyEsme
RomanceCarlisle es un doctor joven, hecho y derecho para conquistar a cualquier mujer. Pero la vida de hijo rico le jugó una mala pasada y necesita que su nueva compañera le ayude a librarse del compromiso matrimonial.