Parte 4.

291 20 3
                                    


Nos vamos en avión, los planes cambiaron, todo cambio absolutamente todo, Carlisle no mentía diciéndome que era un mini príncipe.

-Esme,quiero que disfrutes de esto. Me dijo mientras yo miraba por la ventana del Jet "Cullen".

-No se a que te refieres con disfrutar, yo quería ir al paseo del hospital. Le dije enojada sin mirarlo.

-Lo siento, yo también pero mi familia suele ser algo... pesada cuando llega alguien nuevo a la familia. Dijo y cerré la cortinilla.

-Ósea me tratarán como una zorra que piensa robarles todas sus fortunas, te seducirá hasta que te enamores y toda tu familia me odiará?. Le dije burlona.

Perspectiva de Carlisle.

Si, definitivamente me encanta esta mujer.

-No tan así. Mentí.

Mi familia es así como ella describió con exactitud, en verdad si piensan que ser hijo de Condes es bien lindo y divertido no es así, es detestable, debes preguntar todo lo que quieras hacer con tu vida y si TODA la familia no te apoya estas obligado a arreglartelas sólo.

Vi que Alice nos miraba y abracé a Esme acurrucandola en mi pecho.

-Nos esta mirando. Le susurre disimulando un beso en el cuello.

-Nos estarán vigilando todo el tiempo?. Preguntó en un susurro y asentí.

-Por eso hay que ser cuidadosos.

Esto era incómodo, Esme me ve como un amigo y yo también a ella ,aunque sí me dan a elegir a mujeres por el mundo yo me quedaría con esta, de eso estoy seguro...

Llegamos de madrugada y la fría helada caía como agua en las plantas que nos rodeaban, mis padres compraron una viña para hacer crecer su nombre por el mundo y lo han logrado. Alice se fue adelante en su auto y nosotros nos fuimos en otro. El camino a la viña era muy largo y estar presionado con Alice al lado sería un fastidio.

-Ya no quiero hacer esto. Me dijo Esme mirándome mientras yo miraba por la ventana, la miré y se notaba asustada.

-Por favor. Le pedí desesperado tomando sus manos.

-Es que será extraño y no quiero conocer a tu familia, no quiero que me traten mal. Dijo y me quitó sus manos.

-Prometo cuidarte, no dejaré que te digan palabras groseras, no me lo permitiría. Dije y vi un lindo sonrojo.

-Lo prometes?. Dijo tímida y me perdí en sus ojos verdes.

-Te lo prometo ,por mi vida. Dije perdido en ella.

No se en que momento estaba tan cerca de ella que podía sentir su cálida respiración. Sus ojos eran un embrujo ante los míos y su boca una maldición que estaba obligado a recibir sin quejarme.

-Hermosos ojos por cierto. Le dije mirándola fijamente.

Sonrió avergonzada con la mirada baja y volvió a matarme con la mirada de niña buena.

-Gracias. Dijo y el chofer frenó bruscamente.

Me levanté enojado y el chofer parecía buscar algo debajo del manubrio.

-No se que a ocurrido señorito Cullen. Dijo cortés y relaje el ceño.

-Quizás debe a ver un problema en el motor, puedo repararlo si quieren.

El comentario de Esme me hizo mirarla sorprendido.

-Sabes reparar autos?. Dije y asintió incómoda.

-Mi papá es mecánico en sus tiempos libres y yo soy su niñita. Dijo y soltó una linda risita, al parecer recordaba algo gracioso.

-Entonces quedamos en tus manos,Esmeralda. Dije y nos bajamos del auto.

Abrió el capó y el chofer alumbro con una linterna.

-Sólo se pasó a soltar un cable. Dijo y lo conecto.

Ya estaba que me lanzaba encima de ella pero procure aguantar mis malas intenciones de amigo pervertido sexual, pero mi mente no quería dejarla tranquila y la imagine llena de aceite con un hermoso bikini amarillo, el sostén corto en sus senos dejando mucho que imaginar mientras corría y se movían de arriba abajo arriba abajo...

-Carlisle?.

Parpadee dos veces y los dos me miraban asustados.

-Ya vámonos. Dije con voz alta y Esme cerró el capó.

Volvimos al auto e intente relajarme mirando por la ventana pero recordé esos pechos y volví a encenderme. Moví mis piernas con incomodidad y pasé una disimulada mirada a Esme, no a sus ojos si no que a sus senos.

Cambie la vista cuando se giró y tape mi entre pierna con la chaqueta.

Después de diez largos y duros minutos llegamos a la viña. La casa estaba en movimiento y apenas se detuvo el auto en frente de la entrada Esme pareció querer arrancar pero tomé su mano.

-Te lo prometí. Le dije con seguridad y me miró suplicante.

Suspiro con los ojos cerrados y miré sus labios luego un poco más bajado haya que abrió los ojos y volví la vista a su verde.

Salió del auto y caminamos tomados de la mano hasta la puerta...

Casanova /CarlisleyEsmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora