Especial Navideño 🎄

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Narra Elena

No podía entender cómo Damien me había convencido de irnos 4 días antes de navidad a Suiza y lo que es peor en el lugar en el que estábamos no teníamos señal en los teléfonos y los fijos estaban muertos, por culpa de una tormenta de nieve que no estaba prevista en el lugar donde nos encontrábamos que era en una cabaña de la familia de Damien.

—Todavía no comprendo cómo fue posible que me convencieras de esto y lo peor a 4 días de navidad.—Le reclamé por cuarta vez.

—No sabía que esto ocurriría, discúlpame Elena.—Me suplicó.

Suspiré.—Damien... estamos a miles de kilómetros de casa y de nuestro hijo, en un lugar donde no hay cobertura ni forma de comunicarnos con los demás. Lo bueno fue que no trajimos a Mateo porque esto sería todavía más estresante.

—Ya lo sé y también tengo muy claro que no debí haber hecho nada de esto a solo pocos días de navidad. Y debí escucharte.—Asentí estando de acuerdo.

Me volví a parar del sofá e ir a mirar la ventana que daba vista a una pequeña parte del bosque que apenas se veía por culpa de la nieve. Y me puse a pensar en Mateo, mis amigos, en todos en general de la Manada.

Mientras tanto Damien volvió a tratar de comunicarse con alguien que nos ayudara a salir de la cabaña pero fue inútil porque vi como lanzó el teléfono al suelo enojado.

Me acerqué con cierta cautela y dije:

—¿Qué sucede?—Me miró un poco más calmado.—Me contestaron pero... dijeron que no podían llegar aquí hasta dentro de 3 días.

—¡¿Cómo?!—Me ensordecí de la ira.

—Así como lo oyes, en tres días estarán aquí.

—¡Es inaudito! ¡No pueden hacer eso! ¡Maldita sea!—Golpeé la pared con ambas manos cerradas en un puño.

—Cálmate, no ganarás nada maldiciendo.

—Damien... déjame... sola... necesito pensar...—Se alejó y escuché cómo subía las escaleras hasta el segundo piso.

(***)

Estuve un largo rato pensando en todo lo que estaba pasando y en Mateo principalmente, no quería que mi hijo pasara su primera navidad sin sus Padres. Pero todo apuntaba a que Mateo pasaría su primera navidad sin nosotros.

Después de eso sentí el olor de Damien acercándose y rodeó mi cintura entre sus brazos, y dijo:

—¿Ya estás más calmada?—Asentí.

—Lo lamento, no debí gritarte.

—No te preocupes por eso, yo tengo la culpa no debí haberte convencido de esto.

—Eso ahora no importa, lo único que importa ahora es esperar a que ocurra un milagro de navidad.—asentí.

(***)

Pasaron alrededor de dos días y no teníamos respuesta del equipo de rescate, estábamos al borde de la desesperación pero lo único que nos mantuvo cuerdos fue Mateo, ya que sabíamos que él nos necesitaba sanos y salvos.

(***)
Estuvimos un rato observando por la ventana abrazados y vimos unas luces acercándose entonces fue ahí donde supimos que había llegado el equipo de rescate y suspiramos de alivio al saber que llegaríamos a tiempo para navidad.

Tiraron la puerta y entraron.

—¿Están bien?—Preguntó uno de los rescatistas.

—Si estamos bien.—Dije.

—¿Hay alguien más en el lugar?

—No, no hay nadie más que nosotros.

—De acuerdo, recojan sus cosas los llevaremos al aeropuerto.—Asentimos y fuimos por nuestro equipaje.

(***)

Tomó cerca de 6 horas llegar al aeropuerto más cercano porque la zona en la que estábamos era rural y no había mucho al alrededor.

Llegamos al aeropuerto y tomamos el primer vuelo para ir a casa.

(***)

Estando en el avión Damien y yo nos miramos un momento, suspiramos de alivio y comenzamos a reírnos como desquiciados y varias personas en el avión nos miraron raro, paramos de reírnos y nos mantuvimos serios el resto del viaje.

(***)

Llegamos a casa en dos horas y a la primera persona que vimos al entrar fue a Jade y a Jayden quienes habían quedado a cargo del cuidado de Mateo y de la casa durante de una semana.

Sonrieron al vernos y dijeron:

—Que bueno que llegaron, ¿Cómo les fue?—Damien y yo nos miramos un momento y asentimos.

Les contamos todo lo qué pasó y se sorprendieron bastante e incluso nos preguntaron alrededor de veinte veces si estábamos bien a lo cual respondimos que estábamos bien y que nada malo nos había pasado. Suspiraron de alivio.

—Entonces... ¿Estuvieron cerca de una semana atrapados en la cabaña y un equipo de rescate tuvo que tirar la puerta para poder sacarlos de ahí?—Preguntó Jade con Mateo en brazos. Y me lo pasó al verlo estirar los brazos y mirándome. Lo abracé y lo llené de besos en sus mejillas.

Después de eso Damien dijo:

—Sí, así fue y no pregunten como nos soportamos una semana.—Dijo divertido, y le di un codazo para que se callara. Jade se come a reír pícaramente.

—Bueno, ya dejemos que la parejita descanse y nos vemos mañana que todavía queda mucho por hacer.—Dijo Jade sacando a Jayden a rastras.

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Atte:

LaEnmascarada1008.

Mi Mate y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora