Mi Mate y Yo

Capítulo 14 "La Hora De La Verdad"

Narra Sebastian

No sabía qué pensar y mucho menos qué decir, Jade tenía la mirada puesta en esa mujer diabólica que lo único que esta hacía era mirarnos con odio, resentimiento pero sobretodo con odio.

Era algo irreal ver a Sara, parada justo frente a los dos, sus dos ojos color miel desviaron su mirada hacia mi Mate y temí lo peor, de sus labios rojos como la sangre se formó una sonrisa grotesca que me heló la sangre, su mirada era penetrante, fría, llena de odio, aquella mujer que había conocido y salvado una vez ahora era una psicópata, una demente.

De un momento a otro Sara comenzó a atacar a Jade con sus poderes lanzándole hechizos con demencia, mientras mi Luna los esquivaba con agilidad e inteligencia y no sólo usando campos de protección. Me dejó sorprendido, sabía que ella era una bruja blanca pero no sabía qué era tan buena, quise ayudarle pero ella simplemente negó con la mirada.

Entendí en ese momento que nada más estorbaría en la pelea, me mantuve al margen observando aquel caos entre brujas.

***

Pasó alrededor de una hora y la pelea se fue intensificando cada vez más hasta el punto en el que ninguna de las dos pudo mantenerse de pie por más tiempo. Jade estaba exhausta se veía a simple vista y en su rostro, me acerqué a ella para ayudarle a pararse pero... Ella me lo impidió diciendo que estaba bien, que no me preocupara.

Asentí de malas y me alejé siendo un simple espectador de una pelea en la cual no sabía si mi Mujer saldría con vida, pero algo en su mirada me hizo conservar la fe.

Pasaron alrededor de dos horas más y finalmente la pelea había terminado, Jade estaba sorprendentemente ilesa mientras que Sara estaba herida en cada parte de su cuerpo, su ropa ajustada de Cazadora color marrón estaba empapada en sangre. No podía decir con exactitud si ella seguiría viviendo y a decir verdad esperaba que ella muriera para así quitarnos un problema más de encima. Suena cruel pero... Estoy hartó de esta situación, lo único que quiero es vivir en paz y armonía con mi mujer.

Sara nos miró con súplica y dijo:

—Por... Favor... Jade..., Sebastian... ayúdenme... por favor...—Habló mientras escupía sangre. Jade enfureció su mirada cambió de estar tranquila a estar furiosa.—¡¿Cómo te atreves a pedirme... a pedirnos... que te ayudemos...?! —¡Tú!—La señaló—¡no mereces... la misericordia de nadie! ¡Eres lo peor que existe en este mundo! ¡Te metiste con mi Mate... Y lo peor... con mi familia!—Jade respiró profundamente y dijo:

—Sara... espero que la diosa Luna se apiade de ti y... Si hay vida después de la muerte, espero y deseo que... tomes mejores decisiones... Adiós Sara.—Jade se dio la vuelta, se dirigió a mí con una pequeña sonrisa fingida y dijo:

—Sebastian vámonos.

—Pero... ¿y Sara..?

—No te preocupes... no hay necesidad de preocuparse por su lecho de descanso... Mira...

Volteé y vi como el cuerpo sin vida de Sara se convertía en polvo. Sentí un gran pesar y tristeza por ella pero... era más el pesar que la tristeza lo que sentía hacia ella, a pesar de lo que hizo... era todo lo sentía...sólo... pesar...

—Vámonos, Sebastian, no tenemos nada que hacer aquí, vamos.

—Vámonos...

Nos fuimos de ahí sin mirar atrás con la frente en alto, llegamos a la casa de Jade caminando y en eso salieron Meredith y Elena con los brazos cruzados mirándome con severidad. Pero al mismo tiempo miraban a Jade con preocupación ya que ella lucía muy cansada y su mirada proyectaba un enorme pesar con una mezcla de odio.