Capítulo 13 "Una Posible Reconciliación"

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Desperté a la mañana siguiente, volteé hacia la izquierda y vi a mi Lobo profundamente dormido, se veía más tranquilo y sobretodo un poco menos deprimido, pero eso no quería decir que se sentía de lo mejor.

Se movió hacia a mí y me abrazó de la cintura con fuerza para que no me fuera a ir de su lado, y no tenía ni deseos ni intensiones de hacerlo. Sonreí y estiré mi mano para acariciarle el rostro suavemente.

Y en el segundo toque, despertó y me sonrió. Me miró nuevamente con deseo y dijo:-Buenos días hermosa...-Me besó enloquecido y no iba a detenerlo por nada del mundo.

***

Ya estábamos en camino a casa cuando recibí un mensaje desconocido que decía:

"Jamás será tuyo... Zorra..."

Me puse pálida no sabía qué pensar, Sebastian me miró y dijo:-¿Estás bien?

-S-Si... estoy bien...-No me creyó.-¿Qué pasa?

-Recibí un mensaje desconocido...

-¿Qué dice?

-"Jamás será tuyo... Zorra..."-

Sebastian apretó la mandíbula hasta el punto en el que rechinaron sus dientes.

-Voy a averiguar quién fue... nadie te alejará de mi, te lo prometo.-Asentí con la cabeza.

Durante todo el camino me preguntaba quién podía haberme mandado ese mensaje pero... no lograba pensar en quién exactamente, luego de unos minutos pensé inmediatamente en Sara... pero ella está muerta... pensé. Pero ella era una bruja oscura. Así que la posibilidad de que ella estuviera viva era muy grande, con solo decir que... sé que cómo trabaja una bruja de ese tipo. Porque soy una bruja también pero una blanca, y si soy una híbrida por parte de mi Madre, ya que ella fue una bruja blanca y la más poderosa de todas.

Nadie más que mi familia y amigos cercanos lo sabían, pero nadie sabe que he desarrollado mi parte bruja a excepción de mi familia claro. Pero jamás he usado mis poderes y ni siquiera he hablado de ellos, sólo los uso en caso de emergencias, pero nada más.

***

Llegamos a mi casa en 10 minutos de los cuales fueron tediosos porque ninguno de los dos se dirigió la palabra no por estar disgustados él uno con el otro, sino por la situación y además de que ni él ni yo sabíamos qué decir ante la situación. Pero sabía qué pasara lo qué pasara, Sebastian y yo estaríamos juntos y enfrentaríamos juntos el peligro.

La primera persona en recibirnos fue afortunadamente Meredith quien vestía un sencillo vestido blanco sin escote a la altura de la rodilla, y en su cara había una sonrisa divertida que ni siquiera su cabello ondulado y voluminoso podía ocultar.

—Hola, ¿Cómo les fue?—Me sonrojé bastante. Y Sebastian hizo una sonrisa divertida pero sé que se sonrojó como un tomate.

—Bueno... por sus expresiones tomatitos me doy cuenta de que lo pasaron bastante... bien...

—¡Cállate, Meredith!—Exclamé.

—¿Dónde está el espécimen?—Pregunté refiriéndome a Jayden.

—En el despacho con tu Papá y el imbécil.—Asentí riéndome.

Dejé de reírme cuando Meredith dijo:

—Los están esperando, vamos.—Asentí sería, al igual que Sebastian quien suspiró metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero, que se veía muy apuesto con ella y más con la camiseta blanca que llevaba puesta con unos vaqueros rotos y botas negras pesadas.

Mi Mate y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora