No sean lectores/as fantasmas.
Por favor. ❤️Había pasado un mes desde que aquella vergonzosa conversación se dio en la habitación de Yeonjun. Soobin no le había dirigido la palabra y los roces entre ellos eran extremamente pequeños. El Alfa al parecer no parecía importarle, pero Yeonjun de había vuelto un ratón de biblioteca. Todo el día la pasaba en ese lugar buscando libro o cosas que le pudieran ayudar por doquier. No sabía por qué lo hacia. Soobin parecía interesante, pero antes de casarse con aquel idiota quería asegurarse de no estar con un criminal o algo por el estilo.
Yeonjun suspira ya cansado y quita los lentes de su cara dejándolos a un lado en una mesita de madera. Suspira mientras lleva sus manos hacia la punta de su nariz agobiado.
— ¿Por qué esto es jodidamente...? —Miró el libro que sostenía en manos. “Anatomía de conejos”. Frunció su ceño y tiro el libro al suelo desinteresado y hartado.
Se levantó de la silla y dejó todo atrás para salir de la biblioteca. Por suerte, fuera no había nadie. Ni siquiera un ruido. Suponía que la familia había salido y eso le alegro por primera vez en su estancia.
Camino por todo el pasillo y bajo las escaleras mientras disfrutaba de la soledad. Tarareo una pequeña canción y bailo con ello mientras jugaba y reía feliz.
Se acercó a las grandes puertas de acero de la casa de Soobin y las abrió con sus dos manos sintiendo la libertad y el suave viendo pegar en su rostro. Suspiro y unos pequeños colibríes dieron la vuelta a su al rededor al igual que unas pequeñas mariposas.
Sonrió y corrió por todo el pavimento que era rodeado de una frondosa jardinería. Respiro los suaves aromas a su al rededor y corrió hasta que sus pies pararon antes de llegar al bosque justo frente a la mansión de los padres de Soobin.
Paro abrupta mente, había estado ahí pero del otro extremo y sinceramente no había ningún buen recuerdo.
La curiosidad le mató por conocer el extremo parte de la casa de Soobin. Piso entre las hojas ya caídas por el otoño. Camino mirando como los árboles se movían y creaban una silenciosa armonía. Los pajaritos cantaban y alegraban su corazón.
Camino más y más, solamente disfrutando del frio viento. Su piel evaporandose ante este.
Pará una vez más recordando que había caminado tal vez por más de una hora. Pará ese momento el cielo había oscurecido y con ello el bosque ya no parecía amigable, sino aterrador.
Escucho las patas de un animal a su al rededor aplastar las ramitas y eso hizo que su corazón latera desenfrenado mitando hacia todas partes tratando de encontrar a aquel animal.
Dio suaves pasos hacia atrás, sintiendo que se acercaba más y más, un rugido, dos, cerró sus ojos y puso una mano en su pecho pensando que sería el último día de su vida.
Pero nada llegó, sólo el sonido de ramas ser despejadas. Abrió sus ojos, no había nada en frente y miró hacia abajo, encontrándose con una pequeña bolita de nieve, parecía copitos del color blanco niveo y rechonchas mejillas a sus costados. Era un pequeño conejo.
Se acercó lentamente tratando de no ahuyentarlo. Todos los animales que no eran carnívoros le tenían miedo y se alejaban, pero este parecía entender sus sentimientos. Se agachó y tocó la suave pelusa en su cabecita. Después tomó todo el cuerpo del conejito y lo llevó hacia sus brazos arropandole y mimandole. Dio un suave beso en su mejilla y miró a sus bellos ojitos azules.
— ¿Sabes?... Me casaré con un idiota, es de tu especie, pero, al parecer no todos son así. No tú. —Río. —Tu eres una cosita preciosa, ¿Te puedo llamar copito?.
El conejito movió su naricita y Yeonjun le tomó como un sí llevándole de nuevo a su pecho abrazandolo. — Estoy un poco perdido amoguito, así que creo que me quedaré contigo y te haré compañía hoy. ¿Qué tal?.—Bostezo y se tiro junto al animal en su pecho mirando ya las brillantes estrellas en el cielo. — ¿Sabes...? Me gustaría que tu fueras ese idiota, eres amigable y lindo y...
— ¿Hmh?. —Yeonjun se levantó mientras tapaba su cara de los rayos del sol que se colaban por las persianas.
Su ceño se frunció y miró a su al rededor asustado. Estaba en su habitación, con una pijama. Recordó todo lo que pasó ayer, el se había quedado en un bosque junto a un lindo conejito. — ¿Copito?. —Preguntó al aire y se levantó lentamente de la cama, saliendo del cuarto y sólo viendo a Soobin salir también de su habitación mientras vestía un traje negro.
— Soobin...¿Quién me trajo aquí?. —Preguntó casi en un susurro, tomando confianza que nunca tuvo y acercándose al Alfa, poniéndole nervioso.
Soobin frunció su nariz y apartó a Yeonjun suavemente tomándole de sus hombros. — No se de que hablas. Aún es temprano, ve a dormir.
Ordenó. Yeonjun suspiro indignado, creía que por fin podría entablar una conversación amena con el Alfa, pero no era así. Le evitaba como siempre.
— Esperaba que Copito estuviera junto a mí...
“Aquí estoy”.
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Manada ¦ Soojun
Fanfiction𝐒𝐎𝐎𝐉𝐔𝐍 | ❝El secreto de la familia Choi, una manada de conejos será descubierto cuando por escelencia Soobin, el primogénito, consigue un esposo, un híbrido de zorro, lo bastante interesado en descubrir los secretos de aquella aterradora famil...