No siempre fuimos amigas de verdad, solo compañeras de curso. A partir de ese día nuestra amistad se fortaleció, y no me arrepiento de nada, incluso de cuando nos separamos unos meses, bueno de eso un poco si.
Me acuerdo de ese día. Lucía y yo estábamos abajo, en el pasillo entre el gimnasio y las bandarillas ;). Tú, días atrás estabas siempre con María, Raquel, Unai y creo que con más compañeros. Ese día te encontrabas sola, arriba, sentada en el banco que hay al lado de la bajada, creo que estabas viendo el partido que hacían en el campo de fútbol. Te vimos y no dudamos un segundo en llamarte; grité tu nombre unas tres veces o más, pero tú no nos mirabas, no nos escuchabas, entonces subimos y te dijimos para que estuvieran con nosotras; claramente, dijiste que si. A partir de ahí nos reuníamos todos los días, ya que no íbamos en la misma clase, y nos empezamos a conocer mejor. A día de hoy me sigo preguntando porqué no nos hicimos amigas desde pequeñas y me doy cuenta de que parte de eso fue porque nunca estuvimos en la misma clase. Mira lo que hace la organización de clases. Bueno, en infantil si que estuvimos en las misma clase, pero no nos juntamos.
Y así es como nos hicimos amigas, confidentes.
