Día 6: Chaqueta/Saco

1.1K 199 363
                                    

Chaqueta/Saco

°•°•°

- Hm, pensé que eras un tipo audaz -se quejó el cenizo, cruzándose de brazos, mirando al costado contrario del pelirojo, quién se vió negativamente afectado por sus palabras

Justo lo que Katsuki buscaba.

- ¡Oye, no me trates como si fuera un cobarde! -se defendió Eijirō

A lo que el rubio, luego de ignorarlo, respondió con un encogimiento de hombros- Hasta que no me demuestres lo contrario, me temo que tendré que que pensar que eso es lo que eres, Kirishima -respondió, consiguiendo que el aludido se estremeciera, abriendo y cerrando su boca sin saber cómo reaccionar ante aquella provocación

- ¡E-es que..!, ¡Pero, Bakugō! -refunfuñó el pelirojo, frunciendo sus labios en una mueca disgustada, buscando poder ver los ojos del cenizo para, de ese modo, convencerlo de que su idea no era para nada buena

Mucho menos segura.

Pero este, reacio a cambiar su opinión, seguía negándose a dar cara a Eijirō, acabando por darle la espalda de manera descarada.

Ya habían pasado cinco meses desde su confesión a Kirishima, en la cual este no había hecho más que comprender su situación, habiendo comprendido (aún si él no se lo dijo) que no quería revelar lo que su guante escondía.

- Tienes que arriesgarte un poco, pelos de espina -insistió, sonriendo de costado al escuchar los quejidos del pelirojo

Katsuki ahora se sentía en confianza como para proponerle a Eijirō sus planes disparatados de los cuales no podía nunca convencer a nadie en seguirle el amén.
Sin embargo, el pelirojo, tarde o temprano, acababa cediendo ante sus caprichos e ideas "locas".

- ¡Bakugō, eres un descarado, he arriesgado mi pellejo por tus ideas un millón de veces! -negó Kirishima, frunciendo levemente sus delgadas cejas, completamente en desacuerdo con lo que su amigo estaba diciendo

Este, sin embargo, al oírlo, amplió más la pequeña sonrisa que llevaba encima, estando al borde de verse escalofriante.

- Bueno, que sean un millón y uno -agregó Katsuki, metiendo sus manos ahora en los bolsillos de su chaqueta

Kirishima suspiró con cansancio, dejando escapar una pequeña sonrisa por las ocurrencias ajenas.

- Demonios, Bakugō -murmuró, maldiciendo mentalmente antes de asentir con resignación, aceptando la propuesta del rubio, quién se vió emocionado por el "si" ajeno

- Acompáñame entonces -declaró, comenzando a caminar hacia afuera de la mini empresa, informando a los trabajadores que Jirō quedaría a cargo en lo que él resolvía "un problema"

*
°•°•°
*

Camino a la casa del rubio había una pequeña charla informal entre ambos hombres, quienes se habían dedicado a caminar a una velocidad considerablemente rápida, buscando poder hacer todas las preparaciones a tiempo antes de que la reunión de "los grandes" diera inicio.

Katsuki había insistido en llevarlo para que lo ayudara en caso de tener que darse a la fuga, sin embargo, Kirishima no se sintió muy seguro de poder con la misión.

Es decir, nada más iban a ir a escuchar los planes delas empresas productoras grandes, pero, aún así, debían verse creíbles.

Bakugō no necesitaba de mucho para ello, puesto que el cenizo se ve, ya de por sí, como un hombre con un "estatus" alto.

Steampunk     [KiriBaku Week 2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora