El texano había acompañado a su esposo a comprar algunos alimentos para la cena de Año nuevo, si, faltaba algo de tiempo, pero era mejor así para evitar las compras a último momento, el texano había enviado un mensaje a sus hijos... Y había sido olímpicamente ignorado por casi 200 de sus condados, recibiendo una vaga respuesta de "tal vez asistiré" de los otros 54, estaba preocupado, no tanto por él en sí, si no que su esposo se sentiría triste, no quería que su amado esposo se sintiera mal, solo rogaba a cualquier dios existente que al menos la mitad de sus condados asistieran, por otro lado, rezaba que los municipios guerrerenses no dijeran alguna pendejada que armará una pelea. El texano no había hablado de eso con su esposo, pero desde hacía ya un tiempo los guerrerenses comenzaron a tomar al texano como parte de su familia, al punto en incluirlo en planes familiares, cosa que hacía molestar a los condados texanos, quienes ya habían enfrentado a su padre en una pelea de por qué con ellos siempre fue más estricto y no tan familiar y con los municipios guerrerenses era más amable, tampoco entendían por qué el texano era tan amoroso con el guerrerense, odiaban sentirse desplazados, los condados odiaban sentir que su padre tenía otra familia de la cual ellos NO eran parte.
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