El Elixir Del Amor Y Deseo(Kirito y Sinon)

AVARICIA

Mensaje del escritor: Es muy fácil sumergirse en la depresión, pero salir de él es difícil porque se necesita fuerzas de uno mismo para levantarse, pensar que cada día va ser mejor, evitar cada emoción para no sentirse afligido y, implantar nuevas cosas en la vida personal. Es un camino difícil de superar, pero con la determinación y carácter necesario es posible salir triunfante solo con el simple capricho de sonreír sinceramente de nuevo.

La chica de cabello rubio miraba el paisaje que le podía ofrecer el país que llegó, aunque no estaba sorprendida debido a creía que se merecía todo por ser una chica prodigio; sus padres le inculcaron una buena educación y su familia admiraba de sus logros académicos, sin embargo, nació en ella un anhelo poderoso de poseerlo todo además nunca se sintió derrotada porque la competencia (sus compañeros) la veía como alguien inalcanzable, se convirtió alguien muy deseable.

— Afortunado sea quien robe el corazón de mi hija—comentaba su padre ante la recién graduada.

— Mi querida Aliza, orgullo de la familia, solo te falta pareja en tu vida espero que encuentres a alguien que te merezca—miraba a su hija, le provocaba felicidad más que su propio esposo. En cambio, ella solo sonrió.

— Yo decidiré que chico corresponderá a mí—decía para consentir a sus padres. Pronto sonó el teléfono de la casa, Aliza fue corriendo atender el llamado.

La llamaron para informarle que obtuvo la beca para estudiar en Francia, sin embargo, querían hacerle una prueba, por lo que le mandaron a Japón. La reacción al enterarse fue muy satisfactoria sobre todo al saber que era la única que tuvo dicho logro, sonreía ya que nadie le arrebataría su felicidad.

Fin del flashback

— Señorita, hemos llegado—informo el taxista sacando de pensamientos a Aliza. Salió del automóvil y entro a la preparatoria de SAO.

— Usted es la joven Aliza Petrov, ¿verdad? —se acercó un docente que la estaba esperando.

— Exactamente—dijo sin perder la vista a la preparatoria.

— Acompáñame por favor—le invito pasar, en el recorrido conoció varios lugares y uno que otro chico se asomaba a verla hasta llegar al rectorado.

— Buenos Días Aliza Petrov—saludo de manera formal el rector, Aliza solo asintió—Asi que eres la chica prodigio—alago a Aliza—Muy bien comenzaras mañana, ahora te colocare dentro de una clase...

— Lo escogeré yo—interrumpió al rector—así me adaptare mejor y mantendré mi mejor rendimiento—excuso Aliza.

— Bien, pero avísanos después de receso. Espero que disfrute su instancia aquí.

Salió de la oficina y fue a la pileta que se encontraba en el centro de la preparatoria, pronto escucho el sonido de la alarma, era hora de comer. Empezó a caminar para disfrutar de la pequeña brisa, pero se tropezó con un chico alto de cabello negro.

— ¡¡lo... siento!!—ofreció su mano, ella mirado a un lado la tomo sin mirarlo.

— Levanta mis cosas – ordeno.

— ¿he? —se extrañó por su comportamiento, pero no le importo mucho, levanto sus cosas por cortesía-- ¿Estas bien?

— No, llévame al doctor—miro a un lado haciendo un gesto de dolor.

Aunque él sabía que ella estaba fingiendo no le dio importancia y la llevo de mala gana. Durante el trayecto Aliza analizaba al muchacho, algo en él le provocaba sensaciones en su cabeza.

— Bien llegamos—dijo de un suspiro, en realidad quería deshacerse ya de ella—Bueno me tengo que ir...

— Antes de que te vayas, ¿Cómo te llamas? —pregunto Aliza.