Por ti

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La tarde caía y consigo la lluvia, dos hombres extraños recorrían por la tempestad.

-- Vamos ahí..-- decía el agotado joven.

Ambos corrieron  al lugar indicado, entraron y de inmediato empezaron a sacudirse debido a que sus prendas estaban empapadas. El dueño del lugar fue inmediato a atenderlos de manera afable ante los extraños.

-- Veo que están bañados de lluvia.. -- decía Ágil quien se aproximaba a los dos desconocidos.

-- De no creer.. nos ha agarrado esta tempestad.. -- decía uno de ellos.

-- Puedo ayudarles con algunas prendas de vestir que tengo detrás de la puerta, tengo de todo tipo-- decía Ágil.

-- Vaya.. -- el joven empezó a mirar a los alrededores-- No sabia que en un bar como el suyo tengan prendas de vestir para los clientes...

-- No sé sabe que clase de personas vengan acá y en que circunstancias.. digámoslo así que estoy preparado..

-- Gracias por su preocupación pero mejor puede brindarme un trago fuerte así estaré mejor...-- decía el viejo con sombrero.

-- Como guste..

Ágil fue a sacar un licor fuerte, que este fuera capaz de quemar hasta la garganta de sus clientes, añadiendo intentaba dar plática a ellos a la vez. Después Ágil sirvió dos tragos fuertes;

-- Gracias... -- el joven tomó con felicidad.

-- Uff... me hacia falta uno de estos..-- decía el viejo.

-- Disculpe ¿ustedes no son de por aquí, ¿verdad?-- comentó Ágil, uno de ellos cambio su expresión mostrando una seriedad.

-- No... nosotros solo estamos de paso...-- comentaba el viejo.-- Veo que tiene curiosidad.. de todas formas iba a preguntarle algo..

-- ¡Hah! Si claro dígame lo que quiere...-- decía Ágil un tanto preocupado.

-- ¿Por si acaso no vino alguien extraño a ofrecerle algún tipo de licor?...-- comentaba el viejo medio  calvo.

-- A parte de los proveedores no.. -- decía Ágil con más curiosidad  sobre tema. -- ¿Por qué?.. quizás podría ayudarles...

-- Es una historia bastante complicada de decirle.. bueno lo menos que puedo hacer es presentarme....-- decía el viejo mientras se levantaba-- ¡Levántate tu también muchacho!

-- ¡Si!.. ¡Si!.. jefe..-- decía el joven un poco alarmado.

-- Mi nombre es Franz, pertenezco al culto de la Iglesia en Rumania, mi oficio es detective... y él es mi estudiante Brycio.. nos encontramos en su cuidad en busca de un brebaje maldito...

-- Se me hace dificil de creer que exista una cosa asi, no soy muy creyente en esa clase de cosas-- decia algo con cautela mientras fijaba su mirada en Franz-- además, ¿Cómo están seguros de que esa cosa se encuentre aqui?...

-- Pues venimos de muchos lugares lejanos y creemos fielmente de que está aquí.. -- decia Brycio, sin embargo, no convencía al mesero.

-- La verdad no importa si está aquí o no... -- interrumpió Franz-- Le quiero pedir que si conoce a alguien actuando fuera de lo normal o algún avistamiento parecido, le pido urgentemente que nos comunique de inmediato...

-- Supongo que no habrá problema en ello-- decía Ágil mientras anotaba el número telefónico del recién conocido-- quiero preguntarle algo más.

El Elixir Del Amor Y Deseo(Kirito y Sinon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora