XLVI. Amor, eh.

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– ¡¿Te has acostado con Jack?!

Tuve que poner mis manos sobre la boca de Sasha en ese momento mientras notaba como todas las miradas del pub al que habíamos ido aquella tarde se posaban en nosotras. Mis mejillas ardieron mientras soltaba una maldición por lo bajo sin quitar mis ojos furiosos de Sasha. Ella simplemente se encogió de hombros como si fuera algo que no hubiese podido evitar.

Segundos mas tarde quité mis manos de ella y me volví a sentar con normalidad. Por suerte las personas de nuestro alrededor volvían a estar en sus asuntos sin prestarnos atención.

– ¿Necesitas que todo el mundo sepa con quien me acuesto?

– No me mires así –. comentó con voz ahogada – No es que me sorprenda demasiado, sabía que pasaría tarde o temprano – apareció una sonrisa pícara en sus labios en ese preciso momento – Simplemente no estaba preparada para que fuera tan pronto.

Suspiré y tomé el vaso de cerveza para darle un gran trago. Sasha no me quitó la vista de encima en ningún momento. Apoyó su cabeza en una de sus manos y otra sonrisa maliciosa se formó en sus labios.

– ¿Y?

– ¿Qué? – solté totalmente a la defensiva sin apenas mirarla.

– Ah no, no te hagas la tonta – . elevó la mano y negó son uno de sus dedos en dirección a mí – Quiero detalles. Absolutamente todo los detalles.

Rodé los ojos. No es que me importara como había sido, pero era tan reciente que una parte de mi quería que siguiera siendo algo personal entre Jack y yo. Algo íntimo entre nosotros.

– Fue... increíble.

Increíble. Maravilloso. Como si los dos encajáramos a la perfección.

Alzó las cejas en señal de que no se iba a conformar solo con eso. Le pegué otro sorbo a mi vaso intentando ganar algo de tiempo y me moví nerviosa sobre mi asiento.

– Me da la sensación de que no me quieres decir nada –. acabó diciendo con voz algo sorprendida.

– Es algo tan... personal.

– Siempre nos hemos dado detalles.

– Lo sé, pero... – apreté los labios sintiéndome sofocada de repente.

– ¿Pero?

Mi mirada se desvío y me removí sobre mi asiento de nuevo, completamente incómoda con aquella conversación. Era cierto que siempre nos habíamos dado todos los detalles, incluso yo misma me sorprendía ante mi propia actitud. Simplemente...

– Es Jack.

– ¿Y?

– Él es... diferente – mascullé mirándola a la cara por fin.

Aquel último comentario le hizo alzar las cejas aún más, si es que eso era posible. Me miró casi con incredulidad durante varios momentos hasta que se llevó las dos manos al rostro y sus ojos brillaron de una manera que jamás había visto.

– Estás completamente colada por él – . afirmó con voz queda – ¡Estás enamorada de Jack!

Abrí la boca más que dispuesta a negar sus palabras, sin embargo, ningún sonido salió de mi boca. Me mordí la lengua. Vale, me gustaba, eso estaba mas que claro. Por otro lado decir que estaba perdidamente colada por él... ¿Qué estaba enamorada de Jack?

Devastadora tormenta. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora