Jeon Jungkook es un alfa con una visión clara de la vida. Terminar sus estudios de medicina, conocer a un lindo y tierno omega capaz de darle una vida llena de amor y cachorros.
Min Yoongi es un omega algo desalineado al que le encantan las fiestas...
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Yoongi salió echando chispas del departamento de Jungkook. ¿Quién demonios se creía? ¿Su padre? La verdad es que hacían muchos años que absolutamente nadie le decía que hacer, cuando o donde.
El omega odiaba a los alfas como Jungkook, los odiaba por creerse dueños de los omegas, por creer que solo por ser alfas, debían hacer lo que ellos decían. Y odiaba que Jungkook fuera de ese tipo.
Cuando llegó a su casa luego de caminar por un buen par de horas, ya que su pierna no le ayudaba a ir más rápido, sintió que la soledad se le venía encima. De pronto su casa, que siempre le pareció acogedora, ya no lo era más.
Las luces estaban apagadas, sus amigos no estaban en casa y los entendía, era viernes. Así es que lo más probable era que estuviesen de fiesta por ahí. Él debería hacer lo mismo, pero estaba agotado después de caminar tanto.
Dejó sus cosas en su lugar y, antes de irse a la cama, decidió darse un baño rápido. A diferencia del amplio departamento de Jungkook, Yoongi compartía casa con sus dos mejores amigos.
La casa no era grande, pero contaba con tres habitaciones y dos baños. Uno en la habitación principal, que era la de Yoongi y otro que compartían Taehyung un omega y Hoseok un beta.
Entre los tres compartían los gastos y vivían bien. El barrio no era exclusivo para nada y por las noches era peligroso, pero ya estaban acostumbrados.
Tomó un baño rápido pero reparador. Iba a desechar su ropa a la lavadora, pero su camiseta aún tenía el olor de Jungkook patente. Se dio un golpe mental por volver a ponérsela para dormir. Si bien no era el alfa, su olor le mantendría tranquilo independiente de lo enojado que estaba.
Aquella noche, logró conciliar el sueño con algo de dificultad. Ciertamente, el aroma de Jungkook le hacia sentir la ausencia un poco menos, pero a su vez, se la recordaba constantemente.
Era la primera vez para Yoongi que sentía que su cama era demasiado grande para él. Sentía frío, lo que era irónico porque estaban en plena primavera y su omega no paró de chillar bajito al no sentir al alfa cerca.
Yoongi, tal como lo supuso, no vio a sus amigos hasta el domingo por la tarde. Apenas y entraron por la puerta fueron a ducharse y comer algo. El pelimenta ya lo había previsto, así es que tenía cena suficiente para los tres.
- ¡Yah! Yoongi Hyung, ¿Dónde te habías metido la semana pasada? - preguntó Hoseok, después de tomar un poco de refresco
- Estuvimos preocupados, tu teléfono también dejó de funcionar. ¿De quién era el número desde donde enviaste el texto? - habló esta vez Taehyung.
Porque sí, Yoon no había desaparecido una semana entera sin darles señales de vida. Le había pedido el móvil a Jungkook para escribirles un texto a sus amigos.
El pelimenta suspiró y les contó todo. Absolutamente todo. Incluso agregando el como se sentía respecto a Jungkook y lo que su omega sentía por su alfa. Por un lado, su omega quería volver con la cola entre las patas. Por el contrario, su lado humano, de alguna manera quería vengarse de Jungkook.
