-¿Deberíamos acercarnos? - Sugería una joven a su amiga señalando hacia un nuevo local que acababa de abrir en el vecindario. Incluso si llevara poco abierta ya se extendían rumores acerca de aquella, y no era de extrañar pero puede que exageraran un poco, o al menos eso es lo que siempre decía cierta persona.
(Ruido de campanilla) - Buenos días y bienvenidas. - Saludaba en alto y tranquilo tono la que era dependienta del lugar. - ¿En qué puedo ayudaros chicas? - Con una gentil sonrisa esperaba la petición de las jóvenes que entraron.
- Buenos días, nos gustaría... - dudó antes de seguir, era un poco vergonzoso para unas adolescentes pedir algo así, pero querían encontrar el amor como tantas otras. Era normal a esa edad y la verdad no se las puede culpar por ello. - nos gustaría... - seguía deteniéndose antes de continuar.
- Ya veo, entiendo. - Asombradas por sus palabras y perplejas porque fuera tan fácil, sonrieron por un momento, aunque este fue bastante efímero. - Entiendo que halláis venido a por la "flor milagrosa", y también he de deciros que tal flor no existe. - En un momento destruyó las esperanzas de las niñas allí presentes y sin dejar de sonreír. - Supongo que habréis escuchado los rumores, pero debéis entender que son solo eso. Nunca ha existido ninguna flor como esa. Además ese rumor es tan solo un malentendido pues esas personas ya se habían echado el ojo mutuamente. No es algo en lo que interfiera ninguna fuerza de la naturaleza ni ningún conjuro. - Terminó riendo con esto último. Era un tanto frustrante que la mayoría de los que entraban últimamente fuera por el mismo echo, pero a su vez era divertido ver las caras de las chicas cuando se avergonzaban totalmente por haber cometido tal estupidez.
- Lo sentimos. - Se disculparon apenadas y tristes al saber no podrían cumplir aquel sueño. - Esperábamos eso nos ayudara, tan solo somos unas tontas. - Tenían sus ojos mirando un lado, se mostraban bastante desanimadas.
- No deberíais preocuparos si de amor se trata. -
- Pero... muchas de nuestras compañeras ya han encontrado el suyo, ¿y nosotras qué?, ¿acaso no lo merecemos? ¿acaso nunca nos van a querer? - Una de ellas comenzó a lagrimear.
- (Suspira y le ofrece un pañuelo) Llorar por algo como eso no merece la pena pequeña. Hay veces en las que el amor llega muy pronto o demasiado tarde, otras en las que no llega. Sin embargo deberías saber que hay un tipo de amor que nunca os faltará, ¿cierto? - sonriendo como una madre de manera tierna recordó a las jóvenes que no estaban solas, que hay algo que siempre tienes y es el cariño de tus seres queridos. La llorona dejó escapar una sonrisa sincera y de tranquilidad. Paró el llanto y tan solo agradeció para marcharse por la puerta acompañada de la otra.
Mientras tanto en ese instante entraba por la puerta un apuesto joven moreno que a las chicas no les fue indiferente. Se quedaron embelesadas mirando durante unos minutos.
- ¿En qué puedo ayudarle, joven? - Preguntó la dependienta mientras este observaba por el lugar las distintas mesas y vitrinas llenas de flores.
- Estoy buscando algo especial para alguien, pero no se me ocurre qué, así que me gustaría que me aconsejara. - Un pequeño reto, pero a su vez bastante usual. Muchos de los clientes llegaban para encargar regalos a sus esposas, amantes, familiares en general. Sin una idea en mente pero con unas ganas tremendas de demostrar su afecto.
- Por su puesto, si me das algunos datos puedo hacerte algo especial. - Sacaba una libreta y un boli con el que poder escribir algunos apuntes. - Veamos - Mientras esta preguntaba el joven le iba contestando, para empezar el se presentó como Yuno, era huérfano, y el regalo era para la hermana Lili, quién sería destinada en breve a otra ciudad por lo que se le haría una fiesta de despedida y ese sería su regalo. - Bien si es así, creo que tengo unas que quizás te gusten. ¿Qué tal estos lirios?, acaban de florecer y se verán hermosos en cualquier rincón. - Al joven pareció gustarle la idea, no eran muy ostentosos pero si bellos, ideales para demostrar el afecto y la gratitud que deseaba transmitir. Sin más la mujer envolvió las flores en un papel de plástico transparente, y lo ató con una cinta blanca a juego con el ramo haciéndole un lindo lazo y rizando un poco los finales de la misma.
- Se ve bastante bien. - Estaba contento con el resultado, así que se decidió a hacer otra petición. - Ya que ha sido capaz de hacer eso, me preguntaba que flor me recomienda para alguien especial en sentido romántico. - Yuno un poco sonrojado miraba a un lado. - No me malinterprete, no he venido aquí por los rumores, tan solo escuché que tenía buen ojo para las flores y pensé qué quién mejor para pedírselo.
- Ya veo, entonces dime algo sobre la persona en cuestión. ¿Ramo o arreglo? ¿algún color en especial?- Nunca preguntaba nombre, le gustaba ser imparcial al respecto. Sabía que para algunos el anonimato de su pareja era importante.
- Es una persona con mucha energía, no para quieta, es noble, fuerte, muy alegre y leal. También - seguía describiendo a la persona en cuestión. Mediante hacía esto, empezaba a emanar un aura de amor por todos sus poros. Mostraba una sonrisa encantadora, y su mirada se llenaba de ternura con cada palabra que añadía. Cualquiera que lo escuchara se daría cuenta de que estaba describiendo al amor de su vida, su pareja, su compañero, pero cuando la dependienta soltó un comentario, este negó el que estuvieran saliendo, ya que todavía no había sido capaz de declararse, pero no tardaría en hacerlo y por eso las flores.
- Está bien, viendo lo mucho que amas a esa persona me esforzaré por buscar una flor muy especial. -
Levantó la vista de la libreta donde estaba apuntando. - Veamos blanco para el agradecimiento y los motivos conmemorativos, así que no. Rojo para la pasión y sobre todo los catorce de febrero, muy populares pero no para este caso. Mmm Oh, ya lo tengo dijiste que era muy alegre, eso me recuerda ¿ qué tal esta? - cogió un pequeño jarrón con girasoles en el. - Es una flor que busca el sol durante el día y a mi siempre me alegra porque parece como si te estuviera dando la bienvenida. - Volteó a mirar al joven este tan solo asintió. Parecía contento con la elección de esta, Así que como él le indicó solo hizo el arreglo con uno. Al igual que los lirios, este también fue envuelto en un papel de plástico, pero con un lazo verde esmeralda. - Estoy segura de que ambas personas estarán felices por las flores. - Dijo mientras terminaba de hacer los arreglos pertinentes para que no se estropearan. - Aunque pensemos que no son ostentosas o muy vistosas, no importa, lo importante es lo que queremos transmitir, por eso son tan importantes las palabras. - Terminaba diciendo para luego entregar los arreglos ya completos. Había acomodado el girasol en una caja de plástico, para que al menos estuviera a salvo durante el trayecto, mientras que los lirios los colocó en una de cartón. Ambas fueron adornadas con una cuerda al rededor para que no se abrieran.
Yuno agradeció el gesto y tras pagar salió de tienda, encaminándose hacia su siguiente destino.
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Los Mil Y Un Romances
RandomLos malentendidos forman parte de las personas, así como los errores que cometemos o las decisiones acertadas que tomamos, lo que importa es el momento y el contexto, y de esto podemos sacar muchas anécdotas, ¿no creéis? (Una pequeña aclaración, en...