- Suéltame. - forcejeaba pero sin suerte. - ¿ Por qué ahora ?-
- Pensé que era el momento de reclamar lo que era mío. - Decía sin parar de provocar al otro.
- ¿ Quién demonios es tuyo? ... Ah.- Un pequeño quejido salió de su boca cuando Zhongli mordió uno de sus pezones. - Para de una vez, esto es violación. - se quejaba, pero no paraba. - Te ordeno que me sueltes. -
- Ja, incluso seas mi jefe no implica que te obedezca en todos tus mandatos, y además, mi jornada ha terminado. - Tras estas palabras, Zhongli siguió con sus caricias, haciendo que Childe finalmente se dejara llevar. Al notar como aceptaba besos y el toque de sus manos, el moreno lo desató y este se sujetó a su cuello.
- Tómame antes de que me arrepienta. - De nuevo un beso más entre tantos que se habían dado. El pelirrojo ya no podía negar el deseo que sentía por él. Un par de horas de lujuria pasaron, y finalmente pudieron calmarse, quedando Childe tumbado sobre Zhongli quien acariciaba su cabello.
- Dime la verdad Zhongli, por qué has esperado hasta ahora para esto. Te conozco lo suficiente para saber que tú no haces esto por un impulso. -
- Cierto, pero no pude hacerlo antes. Tuve problemas que me impedían estar cerca, así que tras solucionar todo por fin soy libre. Ahora puedo hacer lo que quiera. -
- Pero... -
- No sabes el tiempo que llevo deseando tocarte, hacerte mío o simplemente estar cerca tuya. - Esto hizo enrojecer de la vergüenza al pelirrojo. No era necesario decir nada más, sin embargo aún recordaba como lo hizo sufrir aquella vez y no quería que esta fuera una repetición.
- Incluso digas eso... ya me rechazaste una vez, como puedo saber que lo que me das a entender es cierto. -
- Si, supongo que tienes razón, tendré que demostrarlo. Aunque pensándolo bien creo que mejor te castigaré por jugar con mujeres. - Un sudor frio se supone que recorrería la espalda de Childe, pero no fue así, en su lugar...
- ¿ De veras ? - Decía sentándose todavía sobre el otro. - Si tantas ganas tienes de que no juegue con mujeres, por qué no simplemente juegas tú conmigo. - Una expresión tan seductora como pícara se podía ver en su cara. Zhongli rió, este sería el comienzo de una complicada pero divertida relación.
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Los Mil Y Un Romances
RandomLos malentendidos forman parte de las personas, así como los errores que cometemos o las decisiones acertadas que tomamos, lo que importa es el momento y el contexto, y de esto podemos sacar muchas anécdotas, ¿no creéis? (Una pequeña aclaración, en...