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WTF

Soltó un suspiro nervioso, sus manos temblaban, su corazón latía como loco y su cara no podía estar más roja.

Y Tom notó eso.

—¿Y bien? ¿Ya me vas a decir por qué insististe tanto en que viniera contigo a este parque?

Matt detuvo su caminata y se puso enfrente de Tom, haciendo que también se detuviera.

—Yo...Ahm...Tengo algo que decirte...

Tom arqueó una ceja —¿Lo que sea que quieras decirme no pudiste habermelo dicho en casa o por mensaje?

Matt se rascó la nuca —No...Es algo importante y quería hacerlo aquí y en persona... Lamento si te molestó

Tom por su parte sacó de los bolsillos de su suéter su fiel cantimplora de alcohol mientras su amigo lo miró sorprendido. No esperaba que se trajera eso.

Hubo un incómodo silencio y su acompañante no parecía tener ánimos de romperlo, así que eso le dio pie a hacer su confesión finalmente.

—Ahm...Tom— El nombrado lo miró fijamente, haciendo que empezara a tartamudear —Yo...Eh... Quería decirte que...

Esa mirada fija lo estaba matando de los nervios por dentro.

Cerró los ojos, inhaló fuerte y lo soltó de una vez.

—Me gustas, Tom

Abrió los ojos cuando escuchó el golpe de algo caerse contra el suelo y se dio cuenta que era la cantimplora de Tom, quién solo se quedó congelado ante tal declaración, su mente se quedó en blanco, su respiración se cortó por un segundo y su cara era, sin dudas, un poema.

Hubo otro silencio que torturaba horrores a Matt, hasta que fue roto por Tom, soltando una palabra que lo descolocó por completo.

—...Ringo

—¿Ringo?

—sí, sí, Ringo, Edd me dejó cuidándolo y se me olvidó limpiar su caja de arena

—¿Qué?

—Sí, me tengo que ir— Recogió su cantimplora y se dio media vuelta.

—Espera, ¡Tom!— fue lo último que dijo Matt al ver cómo su amigo salió disparado de la escena, dejándolo completamente solo.

¿La había cagado?