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El ego de Matt

Sorpresivamente, luego de eso Matt logró arruinar el momento hablando de lo genial que era, que ni siquiera una simple aguja es capaz de arruinar su belleza natural y blah blah blah...

Cosa que Tom pudo soportar, nunca le había agradado ese ego tan elevado de Matt, pero con el paso de los años aprendió poco a poco a ignorarlo, sin embargo, luego de una tarde de videojuegos, estuvieron viendo la televisión, pasando los canales sin nada interesante que ver, hasta que llegaron a una típica telenovela mexicana, de esas que les encantan a las abuelas.

—¡Miren! ¡Esa es la favorita de mi abuela! Vamos a verla— Dijo alegre Matt, ya que en su infancia compartió bastante con su abuela y aunque a veces se le olvidase llamarla, conocía a la perfección sus gustos y el tipo de novelas que ve.

Por tanta insistencia, los otros dos tuvieron que ceder.

Tom realmente le daba igual, él estaba pasando el rato con una de las botellas que le dio el de violeta el otro día.

Lo que realmente lo sacó de sus casillas fue cuando Matt empezó a hablar lo poco atractivo que era el protagonista y que no se comparaba en absoluto a él y su belleza natural.

Tampoco ayudó el hecho de que en cierto momento empezara a soltar cosas al estilo "¿Pero cómo es posible que Stephanie y Laura se hayan fijado en un tipo tan horrendo como Alfredo? Si me vieran a mí, caerían rendidas a mis pies"

Eso sí hizo enfurecer a Tom, ¿Celos quizá? No lo sabía, solo sabía que Matt lo tenía hasta la coronilla y eso provocó que le soltara un lepe y se fuera de ahí gritando con rabia.

—¡SI TANTO LAS QUIERES VE Y COGETELAS!—Al terminar de decir aquello, se fue del apartamento de Edd cerrando de un portazo, dejando a Matt y Edd solos.