Una nueva vida

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Tras recibir el aviso por parte de los caballeros de Bronce, Saori se puso de pie, para luego decir seriamente con voz seria, de forma que pudiese ser oída por Dohko.

Saori: - Dohko, envía a los caballeros de Capricornio, Cáncer en ayuda para Camus y Aioria, que Escorpio y Piscis en busquen a Shun y finalmente, Shaka y Aldebaran en ayuda de Mu, los caballeros restantes se quedarán en caso de que necesiten más ayuda, acudirán los caballeros de plata restantes... -

Inmediatamente el caballero de Libra acató la orden, enviando a los caballeros solicitados a realizar las tareas que les habían sido encomendadas, mas esto no le pareció del todo bien al santo de Pegaso, quien se había molestado con Saori por no permitirle ir en busca de su amigo, algo que lo había puesto a discutir con su ahora maestro, Aioros de Sagitario, quien guardaba la compostura lo más que podía para intentar convencer a su alumno, lastimosamente para el no veía resultados

Seiya: -¡Pero Aioros! ¡No puedo quedarme aquí de brazos cruzados, mientras observó como el Santuario se destruye una vez más frente a mis ojos¡... Necesito ir por Shun... - Dijo el castano, intentando convencer a su maestro para que lo dejase salir, sin embargo recibio una respuesta tajante por parte del mayor.

Aioros: - Se que estas muy preocupado Seiya, pero no puedo dejar que vayas... Al tratarse de los caballeros dorados de una época anterior, esto se vuelve más peligroso, ya que ellos cuentan con las formas primigeneas de nuestros ataques, como lo son Excalibur, El Plasma relámpago o como Hyoga, Ikki y Mu han podido apreciar, la explosión de galaxia... Es por eso que tu, y los demás santos de Plata y Bronce, destinados a ser santos Dorados, deben permanecer en las respectivas casas... De lo contrario, Hades podría llegar más rápido a Athena, si es que en este asalto no lo logra... -

Al oír aquello Seiya suspiró, se sentía realmente mal, no quería obedecer la orden de Saori, más aun si le parecía razonable la razón por la que no podían abandonar las 12 casas, mientras afuera se escuchaban los sonidos de la batalla, pero sabemos que se trata de Seiya, por lo que este simplemente aprovechó el más mi niño descuido de Aioros para bajar hasta Libra, donde pudo ver a sus amigos, aliviado de que estus pudiesen estar bien.

Seiya: - Ikki, Hyoga, ¿se encuentran bien? -

Preguntó mirando a ambos preocupado, a lo que estos respondieron.

Hyoga: - Si... Para nuestra fortuna, Mu pudo aparecer y detener el ataque de ese Geminis... -

En ese momento el menor pudo notar la expresión de Ikki, que era sería como de costumbre, pero tenía algo diferente en su expresión, era como si el estuviese agobiado, a lo que preguntó.

Seiya: - ¿Qué es lo que pasa Ikki?... -

A lo que este respondió.

Ikki: - Esos tipos vienen por mi hermano... Y no puedo hacer nada al respecto por ordenes de Saori... -

Al oír aquello, los 3 chicos que se encontraban cerca, no pudieron evitar sorprenderse, pues hacía mucho tiempo que no escuchaban que el mayor se preocuparse por Shun, tampoco escuchaban nada de su parte al respecto, desde hacía mucho tiempo que aquel nombre parecía inexistente para el.

Shiryu: - No puedo creerlo... Pensaba que el ya no te importaba, desde aquella vez que fuimos a visitarlo.... -

Dijo el Dragón, mirando molesto al caballero del Fénix, pues podía ser que Pegaso y Cisne lo disculpara tan fácil, pero este le parecía un tanto hipócrita de su parte el hecho de saber que sólo en esos momentos que el caballero de Andromeda parecía estar en peligro, se preocupase por el.

Seiya: - Shiryu, sabemos que Ikki hizo mal, pero ahora mismo, Shun nos necesita.... A los 4... Necesitamos ir por el.... -

Dijo determinado a salir, con tal de recuperar a su amigo, más esto hizo que Shiryu lo mirase con desaprobación, al igual que Ikki.