Una nueva vida

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Mientras los Santos de Acuario y Leo, seguidos de sus respectivos discípulos,  notaron una silueta oscura a lo lejos, cosa que alarmó a los Dorados y sus discípulos, quienes se encaminaron en esa dirección con discreción, hasta quedar frente a aquella silueta, solo con 3 metros de distancia.

Aiorias: - ¿Quién está ahí? ¿Y qué hace en el santuario? -

Dijo el caballero de Leo, mirando seriamente a la figura frente suyo, estando a la defensiva, lo mismo pasaba con los demás caballeros que lo acompañaban, aquella sombra soltó una leve risa, dejando confundido al santo de Leo.

Camus: - Deja de hacer estupideces y responde... ¿Qué hace en el santuario?... - dijo mirándole seriamente.

Manigoldo: - Vaya... Nunca pensé que el santuario fuese capaz de enviar a sus guerreros más poderosos únicamente para darle la bienvenida a sus antiguos camaradas, muy considerado de parte de Athena -

Hyoga: - ¡¿Eh?! ¡¿Como que viejos camaradas?! -

Dijo muy sorprendido y a la vez atónito de la situación que estaba aconteciendo frente suyo, fue entonces que aquella silueta se reveló, quitándose la capucha negra que ocultaba su cuerpo y su rostro, dejando ver que Manigoldo portaba una armadura similar a la armadura de cáncer, la diferencia era que esta era una Sapuri y no una armadura dorada como tal.

Aioria: - a que ha venido hasta aquí espectro... -

Dijo mirando seriamente, más su respuesta dejó elado al león.

Manigoldo: - Hemos venido con las órdenes del señor Hades, para traer al mundo de los muestos con el al antiguo caballero "Shun de andrómeda" -

Al oír aquello Hyoga no pudo evitar asustarse, el quería a Shun, sabía que no podía dejar que llegaran hasta a él, de forma no hizo ningún movimiento brusco, sabiendo que podía empeorar la situación. Por parte de Ikki, este solo permanecía en silencio, mirando molesto al caballero con Sapuri, como si el hecho de que la vida de Shun peligrar a, no le importa se en lo absoluto, por lo que sólo permanecía quieto, esperando el momento para atacar, el caballero de Cisne notó aquello, más no dijo nada, después de todo, eso era normal...

Manigolfo: - No queremos iniciar un conflicto innecesario, así que vayan por el, también por Athena y traigan los hasta aquí si don muy amables... -

Dijo con una leve sonrisa en su rostro, al notar aquello, Camus miró de reojo a su discípulo, algo que Hyoga notó de forma que este ya sabía lo que debía hacer, Ikki lo miró molesto por aquella opción, pues había pensado que la sola presencia de un caballero había intimidado a su compañero, quien ya había enfrentado todo tipo de peligros anteriormente, le parecía estúpido el hecho de que se retirara tan cobardemente, o eso pensaba hasta que escuchó las palabras del santo de Leo.

Aioria: - Ikki... Ve con el... -

Al oír eso, rápidamente se alteró, más intentó guardar la compostura.

Ikki: - Pero Aioria... ¿Porque?... -

El mayor se acercó para luego mirar a Ikki a los ojos seriamente.

Aioria: - Escuchame por favor Ikki... Ve con el... Es la mejor solución por ahora... -

El Fénix suspiró y obedeció, comenzando a seguir a Hyoga, al cual pudo alcanzar sin mucha dificultad, continuando su trallecto juntos en dirección al santuario, un trayecto  que se complicaría eventualmente...

Al verlos correr, desde las sombras, Shion miró a Regulus y Deuteros, a los cuales susurró en voz baja.

Shion: - Vayan tras ellos... Eviten que lleguen a Athena a toda costa... Si eso llegase a pasar, la misión estará en riesgo.... -