Christmas Love (Especial)

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El rubio estaba cruzado de piernas y brazos sobre su cama. Tapado hasta la cintura, aburrido sobretodo. Sentía que ese 24 pasaría más lento que otros años, las fechas festivas no son lo suyo... Aunque, ¿qué podría perder intentando recuperar su antiguo espíritu jovial navideño?

Masajeó su cuello con la yema de sus dedos soltando un suspiro pesado, se destapa y se levanta cambiando a un semblante aburrido. La puerta principal se abre, se apresura a ver quién es pero no era nadie, la habrá dejado mal cerrada. La cierra con llave apoyando su espalda y dejándose caer. No ha hecho nada pero, está exhausto aún sin saber el porqué. Luego de unos minutos, algo de alegría lo invade, saltando del suelo para empezar a decorar como él quisiera. Empezó a nevar desde temprano, pero eso no cambiaba nada.

Estuvo enredado con varias luces navideñas por un par de horas, desenredándolas de sus manos y de entre sí. Las colgó por la pared y ventanas algo rápido... Su mesa estaba llena de dulces, se había preocupado en eso principalmente. De rato en rato comía uno para seguir con su atareada decoración. Sacó un arbolito que tenía prendiéndole de luces también.

Cena, lista.

Decoración, lista.

Árbol, listo.

Compañía... Pendiente.

Música, lista.

Ropa... Indefinido.

Eran las 6 de la tarde, y se hallaba echado en el sillón más "grande" para él. Aburrido mientras chequeaba sus redes, lamentablemente Zoe no estaba conectada, la pendeja de su mejor amiga también andaba muy enamorada de alguien hasta que ese alguien le rompió el corazón... La suerte no le sonreía como a Eros, más... Ganas de pegarle al chico no le faltaban, pero por respeto a los animales no lo hacía.

Noah, nino... Ni noticias.

Bufaba, y bufaba. Se hallaba solo en noche buena.

Qué aburrido por Dios.

Mejor, irse a dormir un rato... ¿no?

Se levantó sin mucho esfuerzo, dejó tirado el celular en el sofá y caminó escaleras arriba hacia la habitación compartida.

Se tiró a la cama y se quedó dormido, por unas cuantas horas solamente. Ya eran las 10, y no había rastro de visita...

Se levantó, lavó su rostro con cuidado y se cambió colocándose algo casual... Bajó por la mitad y se sentó a observar la puerta de entrada con un muérdago encima. Cómo quisiera que entre y me dé un beso. Pensó, pero vamos... Aún era tímido con algunas cosas, como decir que quiere un beso y además eso sería algo muy imposible.

¿Qué entre tu novio y que llegue sólo para darte un beso de bienvenida a la navidad?

Qué iluso se vería.

Pero, linda la suerte que tenía, la puerta se abrió mientras él sólo estaba mirando hacia la pared volviendo a suspirar dejando ver a su pareja cubriéndose del frío cerrando la puerta detrás de sí mirando a aquel pelirrubio con una sonrisa sumamente amplia.

–¡Bebé! –Dijo con algo de alegría para luego que el chico diera un brinco de su lugar casi tropezándose en ir hacia el mayor abrazándose a su cuello a pesar de que su cuerpo estuviese helado. –

–Sí llegaste...

–¿Cómo no podría venir en navidad? Mucho menos podría faltar ya que, es nuestra primera navidad juntos, mi vida.

El chico más bajo sonrió de oreja a oreja para mirar un poco más de la cabeza del más alto haciendo que este curioseando también centre su mirada en el muérdago, baje su mirada a este colocando una de sus manos en su mejilla izquierda.

–Sería de mala suerte desobedecer una tradición, ¿no crees?

El pequeño novio que tenía río un poco para colocarse de puntillas y poder, unir por enésima vez aún en ese año, sus labios con los del mayor en uno de los besos que recordaría por mucho tiempo.

Beso en un muérdago.








Lo tenía planeado subir, hace mucho tiempo atrás... La ocasión no se dio, y lo dejé. Al menos, quería dejarlo a merced de cualquier persona que leyese esto.

Eros se despide aquí, y si la suerte sigue de mi lado, tal vez vuelva.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2021 ⏰

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