¡Persígueme!

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El pelinegro estaba listo, andaba tronándose los dedos aburrido y bufando, cuando escuchó un "knock knock" que lo hizo correr a la puerta abriéndola y encontrándose con un rubio saludando con una mano. Lo recibió como siempre, con una sonrisa. Para luego irse de su casa y dirigirse al parque.

Se hallaban ahí y dijo para el menor.

– Si me alcanzas, te compro lo que quieras, ¿de acuerdo? –Se río un poco sin esperar respuesta, se echó a correr sin más. –

– ¡¿Eh?! ¡Noah, espera! –Gritó para ver al mayor alejarse, echándose a correr también él en su búsqueda. –

Noah se hallaba escondido tras de un árbol, mientras que Eros lo había perdido de vista por observar a una pequeña mariposa. La torpeza jugándole una mala pasada de nuevo.

Lo buscaba con la mirada y bufó:

– Rayos, ¿En dónde estás?

Una voz algo ronca sonó cerca de él diciendo: "Aquí estoy", por instinto dio un golpe hacia atrás en su abdomen, a lo cual el contrario sólo río abrazándolo por la cintura ocultando su rostro entre su cuello y hombro.

– Gané yo pequeño, pero... Aun así dime, ¿qué quieres comer?

– Yo me compraré mi helado, ¿de chocolate el tuyo, verdad?

– Sip. –Se separa del abrazo y se vuelve a echar a correr. – ¡Llegaré yo primero Eros!

– ¡No si puedo evitarlo Noah! –Se echa a correr tratando de alcanzarlo sonriendo aun así de oreja a oreja por tener a su "amigo" de su lado. –

Más que soulmatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora