El monólogo.

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Seguimos caminando hasta un kiosko para comprar chuches. Tras conseguir unas pipas, gominolas y chicle, fuimos a un parque. Él se sentó en un banco, yo preferí quedarme de pie. Empezamos a hablar para conocernos.
- Bueno Jeremy - inicié -. Cuando empiezo a hacer amigos, si somos un pequeño grupo de gente, suelo hacer una cosa para conocernos. Por ejemplo, yo lanzo una pregunta general como "¿color favorito?" Y vamos uno por uno respondiendo con el nuestro. Aunque seamos dos, si te apetece hacerlo. Suele empezar todo muy mantequilla y acabar con mucho salseo.
- Venga va.
- ¿Quién empieza?
- Tú, que es tu idea.
- Pues, ¿color favorito?
Nos reímos.
- El mío morado - dice él.
- Amarillo.
- Curioso.
- ¿El qué?
- Colores contrarios.
- Bueno, pues como nosotros.
- Ya, ya.
Esbozó una sonrisa de la cuál pude entender su intención: los opuestos se atraen. Ese pensamiento me dio un escalofrío interno. Es decir, no lo mostré, pero ahí estuvo.
- Entonces ahora me toca preguntar - dice.
- Correcto.
- Cantante favorito.
- Declan McKenna.
- ¿Quién?
- Es un cantante actual, poco conocido, pero lo adoro. Bueno, Declan y Julie And The Phantoms .
- ¡Anda! ¿Te gusta jatp?
- Adoro. La amo con toda mi alma.
- A mí me gustó bastante también esa serie. Me planteo que, si confirman la 2a temporada, ir a ver si me sacan en la serie.
- Ay no, que me la fastidias, y es demasiado maravillosa.
Jeremy me dio un suave puñetazo de broma en el hombro, riéndose, riendo yo también.
- Pero tienes que admitir que soy buen actor.
- Y que la vanidad la tienes al 200%.
- ¡Oye!
- Qué, es verdad. Improvísame un monólogo, a ver si me haces llorar.
- Uf, improvisar no es mi fuerte, me suelen dar un guión, pero lo intentaré. Se puso de pie y comenzó a actuar:
"Disparé al traidor. No podía creer lo que había hecho. Pero no tenía tiempo de pensar en eso. Tenía que salvarla. La tomé de la mano. Estaba fría. Traté de calentársela con la derecha mía, mientras que la izquierda trataba de parar el sangrado.
- Abuela, no te puedes ir - dije rompiendo a llorar -. Eres lo más parecido a una madre que tengo. Eres fuerte. Pararás de sangrar, llegará la ambulancia y, cuando te recuperes, iremos juntos a casa y me prepararás un buen plato de tus maravillosas lentejas. Abuela, confío en ti.
Abrió los ojos unos segundos para decirme:
- No dejaré de cuidarte - y los volvió a cerrar para no volver a abrirlos."
Jeremy terminó su monólogo.
- Guau - comencé a aplaudir con lágrimas en los ojos-. Realmente eres bueno - me reí secándome las lágrimas.
- ¿Y qué dije yo?
- Ah, y sí sabes improvisar, capullo.
- Meh, lo podría haber hecho mejor.
- Ay, por dios.
- ¡Ven! - dijo tomándome la mano. Sabe dios qué querría hacer.

El Famoso DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora