1

1.2K 82 32
                                    

Los Santos

-Pasa primo, dormiras en mi habitación en lo que mi madre acomoda la que sera tuya- Era una nueva vida, una nueva oportunidad de volver a sonreír. Segismundo se encontraba en casa de Rogelio, su primo, su salvación y la única persona en la ahora podía confiar.

Buscando el significado de todo
Looking for the meaning of it all

Las cosas podían ser mejores, ahora que se había mudado a Los Santos, con el ya mencionado, tenía las esperanzas de empezar de cero. Se había mudado de nuevo, sí, se había cambiado de instituto nuevamente, sí, pero sería diferente, estaría con su primo.

-Primo muchas gracias por alojarme en tu casa, siempre te deberé este favor- Un Segismundo entusiasmado después de al fin desempacar las cajas que contenían sus pertenencia.

-No pasa nada primo, después de que terminemos de acomodar tus cosas, te llevaré a la pizzería donde trabajo con unos amigos, no,no mejor te llevó a conocer la ciudad, no, n-no mejor te llevó a conocer a mis amigos...- se vio interrumpido- ¡Primo!, todo a la vez, primero quiero descansar, mañana me enseñaís con más calma.

-Perdona primo, mañana vamos a mi trabajo y te presentaré a Trujillo y a Pablito, van conmigo en el Instituto.

-Claro, claro ahora a descansar primo.

-Mira ahí es donde trabajado- Rogelio y Segismundo se encontraban entrando a una pizzería, de un bonito piso color rojo, con paredes blancas y mesas con sillones de un rojo mas fuerte.- ¡Trujillo! ¡Pablito!.

-¿Qué pasa Rogelio?, deja de gritar maricon- Un chico de gorra blanca y un delantal amarillo se encontraba tras el mostrador, con un chico de tes morena ordenando sobresitos de Ket-chup.

-Chicos, os presentó a mi primo- Decía Rogelio mientras presentaba a al chico de suéter de rombos.- H-hola soy Segismundo es un placer.

-Mucho gusto wey, soy Pablo y este joto de aquí a lado es Trujillo- Hablo el de tes morena con acento mexicano.

-Bueno Segis, ven que te enseño a hacer pizzas, ahora vengo chicos, aaah por cierto mi primo trabajará aquí-. Llevo a Segismundo hacía la parte trasera de la pizzería donde había un enorme horno, con tarjas al lado de este llenas de agua sucia, se notaba el trabajo de aquellos tres, hablando sarcásticamente.

-Y así hasta que la masa quede blanda, ¿haz entendido, primo?- Llevaban más de 2 horas de práctica, ya que Rogelio no era muy bueno explicando.

-¿Todavía no acaban?, que pinche hueva me cae, te dije que yo le explicaba wey-. Decía Pablito mientras en su rostro se veía la gracia que le hacia ver a ambos primos liandola.

-Bueno primo, tu primer día de trabajo será el próximo lunes, hay que aprovechar para que puedas inscribirte al Instituto, ¡Hostias, hoy es el último día!-.

-¡Rogelio me cago en tu puta madre!, eres un puto distraído-. Ambos se quitaron los delantales dispuestos a correr como si no hubiera un mañana.







-Mira hemos llegado a tiempo, aún ahí chicos por inscribirse-. Habían llegado después de correr y al mismo tiempo maldiciendo su mente distraída de Rogelio.

Se encontraba una mujer, apuntando a los nuevos estudiantes que cursarían el nuevo año, Segismundo se acerco al lado de otros dos chicos bastante peculiares diría, uno de ellos llevaba ropa bastante llamativa, una cresta color azul y maquillaje en su rostro, el otro sujeto era un rubio bastante atractivo, este vestía bastante raro, su ropa no combinaba con nada, llevaba una chamarra color rojo con unos vaqueros militar, y ¿guantes rosas?.

-H-hola ¿estáis formados?, ¿para segundo año?-. Como odiaba tartamudear.

Esta tristeza interior ahora desvanezco la negrura
This internal sadness now I fade the blackness

-Así es mi amigo, aquí es, pero esta señora que se tarda dos putas horas en solo anotar un nombre-. Se notaba la molestia del rubio.

-A ver chicos por favor que son varios chicos, ¿podéis esperar?-. Hablo con un tono bastante molesto aquella secretaria.

-Gustabo, no seas grosero, se paciente, que nos echaran-. Hablo está vez el chico de cresta-. -Perdona a Gustabo-. Se dirigía a Segismundo con una linda sonrisa con labial-. - Por cierto soy Horacio un placer.

-Segismundo, m-mucho gusto-. Otra vez ese tartamudeo.

-No te pongas nervioso Segismundo, Gustabo y yo somos buena gente, solo que a Gustabo es muy fácil cabrearle, no es así Gus-. Decía el chico de cresta entusiasmado mientras golpeaba con el codo al rubio.

-Perdona por aquella primera impresión de mierda, ¿Segismundo he oído?.

-N-no hay por que preocuparse, si soy Segismundo-. ¿Porque?, en serio era necesario tartamudear.

-¿Eres nuevo en esta ciudad?.- El de cresta lo miraba curioso y atento.

Respira, esta tu oportunidad de conocer nueva gente.

-Si soy nuevo, he llegado ayer, y...¿ustedes?-. Esta vez hablo con una seguridad que ni el se la creía.

-¡Nosotros también somos nuevos!, llegamos hace tres días, pero Gustabo es una trucha huevona que no quiso venir a inscribirnos, en cuanto llegamos-. Veía a Gustabo con una cara que reflejaba mucha molestia.- Horacio tío, me estas dejando en mal con Segis.

Debe ser mejor que esto
Must be better than this

Una ligera sonrisa se escapó de su rostro, sentía un muy bonito sentimiento al hablar con ese par, eran las primeras personas que se dirigían a el en un tono amable, dentro de si mismo algo le decía que podría llegar a entablar una buena amistad con aquellos, era su oportunidad de no solo tener a su primo como amigo, si no poder rodearse de gente con la que pueda contar y divertirse.

Después de esperar 15 minutos en aquella larga fila al fin era su turno. Durante ese tiempo, decidió socializar con aquellos dos chicos y resulto que son hermanos, no de sangre, ya que ambos se valían por si mismos, no tenían un padre o una madre que estuviera a su lado, se habían criado en las calles, sobreviviendo y cuidándose mutuamente, actualmente los dos hermanos se encontraban viviendo en un departamento pequeño, trabajando de manera honrada o al menos es lo que le habían contado.

-Nombre, edad y materia extra a la que quieras pertenecer, los clubes se abren a las dos semanas de iniciar el año escolar-. Decía aquella mujer de traje pulcro.

-Segismundo Garcia, tengo 16 y me gustaría Química del carbono-. Término de dar sus datos para seguido recibir su horario de clases y los salones correspondientes a los que tendría que asistir. Tomo la hoja y se dirigió con sus nuevos amigos.

-¿química del carbono?, estás de coña Segis, que puto aburrimiento-. Hablo Gustabo con un tono divertido y de disgusto.

-Me gusta la química es muy i-interesante-. De verdad amaba la química, para todos era un lío, pero para el, era toda una ciencia a poder experimentar y pensar.

-Bueno Segis tenemos clases juntos, ¡eso es genial!, pero nos tenemos que ir, nos vemos el lunes-. Horacio y Gustabo se despidieron para así mismo irse corriendo mientras se empujaban.

Un suspiró cargado de felicidad salio de el, no podía creerlo, "nos vemos el lunes", eso significaba que ahora tenia nuevos amigos, sin duda no volvería a estar solo de nuevo.

Y estoy aqui
And I'm here

Mi Salvador (Segilio) FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora