Un mes había pasado desde que hable por primera vez con Suri y desde ese día cada sábado me acompañaba a Oakland a comprar algo diferente. Obviamente que yo dilataba la compra, siempre tenía una excusa para no comprar y volver la semana siguiente a comprarlo. Creo que Suri se percato de mis acciones, pero no dijo nada. Ella necesitaba un medio de escape de su casa y ese medio se lo estaba dando yo.
La semana estaba terminando y como cada tarde veía a Suri.
Hoy era jueves y ella no llegaba. Y eso me preocupo y mucho. ¿Y si le había pasado algo?
La desesperación se apodero de mí al ver que ya eran las 18 hs y ella no había pasado.
¿Acaso su madre no se preocupaba por ella?
Llego la noche y nada.
Y esa noche no volví a Oakland, estaba demasiado preocupado por ella. Eran las 22 hs y yo seguía en el balcón a oscuras esperándola.
Quizás estaba enferma, si, debe ser eso.
De repente alguien Salio de su casa. No la podía ver bien, pero era ella. Baje corriendo las escaleras. Ella no estaba tan lejos iba a comprar. La espere en la puerta del almacén y cuando ella salio la tome del brazo. Ella iba a gritar, pero al reconocerme no dijo nada. Al contrario agacho la cabeza.
Billie- Estas bien?- pregunte levantando su barbilla. Era de noche y ella tenia puestos anteojos negros.
Suri- Hola, si, si estoy bien- dijo dudando. Rápidamente le saque los anteojos y ella agacho la cabeza. Despacio, tiernamente levante su barbilla de nuevo.
Apreté mi mano libre fuertemente, la bronca me invadió y creo que ella lo noto.
Una lagrima escapo de sus ojos y rápidamente la seque.
Suri- Yo...-
Billie- No tienes que decir nada- dije acariciando su mejilla. Ella asintió.
Suri- Me tengo que ir, ella- dijo tratando de no llorar- Ella se va a enojar mucho si no vuelvo rápido- yo asentí.
Billie- Si me necesitas, sabes donde estoy- ella me sonrío y asintió- ¿Nos veremos el sábado verdad?- ella asintió. Yo me acerque, bese su frente y la deje ir.
Entre a mi departamento dando un portazo. Estaba más que enojado. ¿Cómo alguien podría haberle hecho eso?
Tenía el ojo morado y el labio partido.
¿Qué clase de madre le haría eso a su hija?
Tuve que contener las ganas de ir a su casa y sacar de ese infierno a Suri y llevármela lejos.
Porque estaba más que seguro de que esta vez no era la primera vez que la golpeaba.
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Wild One (Billie Joe Armstrong)
RandomNovela adaptada (todos los créditos a la creadora)