Capítulo 4

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Estaba parado de nuevo en el balcón de mi casa esperando a que ella pasara.

Esa niña me tenía loco. Y sabía que esta locura era mi perdición.

Ella doblo en la esquina y pude apreciar nuevamente su belleza angelical.

Ella caminaba lento, pero unos metros antes de llegar a su casa un auto rojo se estaciono frente a su casa. Ella se dio vuelta y regreso por donde había venido.

El tipo del auto rojo la miro hasta que se perdió de su vista y luego entro a la casa de Suri.

Ese tipo no me caía nada bien. Sabía muy bien que esa mirada era de lujuria. El deseaba a Suri. Pero ella no era como el resto de su familia.

Esta no era la primera vez que ese auto paraba en su casa, y no era la primera vez que ella huía de el. Cada vez que ese auto para allí, ella se iba a la plaza a esperar que las horas pasaran y poder volver a su casa.

Conduje hasta la plaza y estacione cerca de un cuerpo que me parecía conocido. Allí estaba ella sentada, mirando al cielo.

Baje y camine hacia ella.

Billie- Linda tarde, ¿No?- dije y ella se sobresalto- Disculpa, no quise asustarte. Ella me sonrío. Dios! Esa sonrisa era tan cautivante!

Suri- Hola- dijo casi en un susurro.

Billie- ¿Te molesta si me siento aquí?-ella miro para todos lados y negó. Me senté a su lado y la mire unos instantes sin decir nada.- Parece que seguirá lloviendo- dije haciendo referencia al día de ayer. Al día en el que ella estuvo en mi auto.

Suri- Espero que no- dijo acurrucándose. El viento comenzó a ser cada vez más fuerte. Podía ver como su piel reflejaba en frío que sentía. Su pollera que estaba un poco por encima de la rodilla dejaba al descubierto sus hermosas piernas.

Pero debía vencer la tentación de querer acariciarla, de querer recorrer con mis manos cada centímetro de su piel.

Debía sacarme los pensamientos lujuriosos antes de cometer una locura.

Me saque mi campera y la acomode sobre los hombros de ella. Ella me miro sorprendida. Yo le sonreí.

Billie- Tienes frío.

Suri- Hace frío- dijo ella en cambio- ¿Tú no lo tendrás?

Billie- No- mentí. En realidad tenia la necesidad imperiosa de desabrigarme para sacarme la lujuria que ella me provocaba.

Suri- Tienes piel de gallina- dijo ella riéndose a carcajadas. Dios! Esta chica me iba a provocar un infarto.

Iba a contestarle pero un trueno retumbo en toda la plaza.

Instintivamente Suri se acerco a mí. Se ve que no le gustan los truenos y relámpagos. A los minutos empezó a llover torrencialmente.

Suri- No!- dijo ella y note que estaba angustiada.

Billie- ¿Quieres que te lleve?- dije levantándome

Suri- No, no gracias. Me quedare aquí- dijo con una sonrisa forzada.

Y ahí caí en la cuenta. Ella no quería volver a su casa. Ese hombre, el del auto rojo aun estaría allí.

Billie- Ven- dije tendiéndole la mano- No iremos a tu casa si no quieres- ella me miro sorprendida.

Suri- ¿Por qué supones que no quiero ir?

Billie- Porque te regresaste cuando estabas llegando a tu casa.

Suri- ¿Me estabas espiando?- pregunto divertida.

Billie- No- mentí- estaba saliendo con mi auto cuando te vi.

Suri- ¿Así que no me espiaste, solo me seguiste hasta aquí?- yo reí.

Billie- Quizás, ¿Vienes?- otro trueno mas fuerte. Ella se levanto y asintió.

Tome su mano y corrimos hacia donde estaba mi auto.

Wild One (Billie Joe Armstrong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora