¡¡esto es inaceptable!!

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Arranque tiras largas del dobladillo de mi vestido para así ponerlas como vendas en mis pantorrillas que seguían sangrando a pesar que el castigo y los azotes fueron hechos en la mañana aproximadamente.

 -me tocará esperar hasta que lleguen en la tarde, menos mal que pueden que estén por llegar.

 (Primero que nada, ¿por qué será que la historia se me hace conocida? Es como la historia de la mini villana del juego otome "el amor de una noble dama") -Espera... Dalia se llama la antigua dueña de este cuerpo como la mini villana de ese injusto juego ... ja ja.  

~1 hora después ~ 

 Tras al haber aceptado mi situación al final de que trasmigre en ella, todo su vida se hace pedazos a la edad de 17 años, pero en los recuerdos que tengo actualmente solo tengo 15 años, tengo 2 años para cambiar ese destino de mierda que tengo, este personaje fue acusada injustamente mientras que la verdadera villana es otra que siente celos al no poder poseer a Cedrik y a Alphonso, bueno dependiendo de la ruta. 

 - ahhh... es tan agotador. 

 Suspire con pesar, pero un dolor punzante no me dejaba pensar más en mi situación con claridad, miro mis piernas que ya empaparon completamente las tiras del vestido con sangre, arranco otras tiras haciendo que el vestido quede corto por delante hasta arriba de mis rodillas, retiro suavemente las tiras de mis dos pantorrillas para así poner las nuevas. 

 Al finalizar me acomodo en el piso poniendo mis manos como almohadas para descansar, cerrando mis ojos cuando de repente escucho dos voces muy familiares no muy lejos de este sótano, rápidamente me hago la dormida, respirando pesadamente cuando escucho una puerta abriéndose, pasos de dos personas se acercan lentamente mientras que una de ellos, Alphonso se reía y el otro joven Cedrik le pedía silencio. 

 Ellos se acercaron al final del sótano mientras veían a una mocosa que apenas podía respirar y a la vez tenía las pantorrillas ensangrentadas. Alphonse se queda parado petrificado por la escena delante de sus ojos a la vez con Cedrik que se quedó mirando fijamente las piernas de porcelana de la joven.   

la dulce vida de la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora