cosas del pasado

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 Dalia no le presto atención a lo que contenía la bandeja, ni siquiera miro la bandeja, solo volvió a acomodarse en la cama para dormir, se sentía triste, sabia que no eran sus sentimientos si no los sentimientos de la antigua Dalia, estos sentimientos son completamente ajenos a la asesina numero uno del ranking mundial.

La antigua Dalia amaba a esta familia, no le importaba ser humillada por Alphonse siempre que se veían o ser tratada como la nada misma por Cedrik y el duque, ella era feliz con tenerlos cerca, ella sentía que si se esforzaba podría obtener el cariño de todos a su alrededor pero solo recibía mas y mas desprecio.  

Esto la hizo sentir sentimientos que nunca antes había sentido, en su anterior vida nunca tuvo un nombre propio, no tuvo relaciones cercanas con nadie, solo llego a sentir apego por su maestro, el le enseño todo lo que sabe hasta ahora, la crio como su hija pero momentáneamente murió por vejez, su maestro, el hombre mas peligroso del mundo solo pudo morir por el tiempo mientras que su sucesora murió atropellada, que clase de broma de mal gusto era esta situación.

Ella pudo haber ignorado a esos infantes desconocidos pero las palabras de su maestro eran fundamentales para ella, puede sonar cruel o anticuado pero los niños son seres ignorantes, ellos pueden que no sean puros como el blanco pero son ingenuos. Ella una vez le pregunto a su maestro cual era razón por la cual el la adopto como hija legitima  y el le respondió "no tienes la culpa que te hayan abandonado, que el mundo te haya dado la espalda y mas cuando eras una niña, los niños son inocentes de los pecados de sus padres como a la vez de sus acciones, no miden consecuencias y son fáciles de manipular... ¿no crees que si los cuidas con cariño y afecto serán honorables personas?

Dalia con esa pregunta en mente se durmió profundamente.

Al otro día no fue despertaba abruptamente como antes ni fue molestaba por la tediosa voz de su criada personal, Angela, que la regañaba siempre por no poder despertar por su cuenta, se sentía relajada y removida, mas cuando se levanto sin sentir tanto dolor como ayer en las pantorrillas, era un dolor leve lo que le hizo estar de muy buen humor.

Se levanto sin apuros de la cama, solo para dirigirse a su ropero y ver muchos vestidos exageradamente llamativos o con demasiada decoración, al ver esto su buen humor se fue cuesta abajo, ver toda esa ropa espantosa le hacia doler la cabeza, tendría que ir a comprar ropa decente urgentemente, lo único bueno de todo es que la antigua Dalia tenia su mensualidad intacta, tenia mucho dinero que gastar sin verse perjudicada con lo cual su estado de animo mejoro al saber que tenia un fondo con una buena cantidad de dinero a su disposición. 

la dulce vida de la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora