10. Juegos De Noche

42 2 0
                                    

(narra villa)

Las palabras de Susana me bajaron la borrachera en cinco segundos, ella habia hecho este viaje con un fin y aqui estaba yo queriendo ser el purista de la situación, me iba a casar con ella, cual podria ser la difernecia? si hasta se tomo la molestia de reservar una habitacion en otro hotel. Sentia mucha responsabilidad, estaba librando batallas internas que no sabia que podia llevar a cabo, no sabia que era lo que me causaba mas conflicto, el que haya declarado sus intenciones o que yo no la queria detener.

Sin duda era la mujer de mi vida, era yo el hombre de la suya? no tuve mucho tiempo para pensar, asi que me cerciore de que estuviera tomando la decision correcta.

-estas bien?- preguto

-susana, estas segura?- cuestione, antes de tomar una decision. Asintio en mi direccion, mirandome a los ojos, no habia vuelta a tras, la atraje hacia mi y la bese, con toda la ternura y la pasion con la que podia, ese era el acto de fe mas grande que alguien habia hecho por mi.

-su, sabes que puedes detenerme en cualquier momento, verdad?- queria que supiera que todo estaba en sus manos, jamás podria lastimarla, era lo mejor que la vida me habia regalado

-no lo hare- dijo enredando mi cabellera en sus dedos, dios era de las mejores sensaciones de mundo. Mis manos se afianzaron a su cintura, queria sentirla cada vez mas cerca, fui subiendo lentamente su blusa, era la mujer mas perfecta que podia tener y seria mia, el pensamiento me hizo soneir.

-sabes lo jodidamente sexy que te ves en este momento?- mencione tocandola con la yema de mis dedos, con mi indice sujete su sosten justo por la mitad y la jale hacia mi, recorri con mis nudillos cada parde de su piel, quite con sumo cuidado los tirantes, busque la duda en sus ojos, pero estaba decidida, nege con mi cabeza, dandome cuenta que no tenia el control de la situación.

-eres imposible- dije besando lentamente su cuello, senti como sus manos buscaban la orilla de mi camiseta, parecia que habia practicado, me separe para que le fuera sencillo sacarla, con un movimiento rapido desabroche su sosten y vi esos perfectos pechos frente a mi, recorri su contorno, con el pulgar trace circulos alrededor de su pezon y vi como las sensaciones la invadian, el solo verla disfrutar hacia que la espera fuera una tortura, pero habiamos esperado lo suficiente, queria que ella lo disfrutara, queria ser quien desatara su pasión.

mis besos se volvieron mas humedos, mas necesitados; la levante del piso, hice que enroscara sus pernas a mi alrededor, si asi se sentia con la ropa no podia esperar a estar dentro de ella, me sente el la cama con ella en mi regazo, su boca comenzo a recorrer mi cuello, mientras yo succionaba sus redondeados pechos, necesitaba sentir su presion sobre mi, acerque su cadera, senti su tensión y la acoste sobre su espalda, me deshice de su pantalon e hice uso de mis habilidades, de algo debia servir tocar tantos instrumentos.

-Juan Pablo- mi nombre salio de sus labios como un suspiro, no necesite mas para saber que seria capaz de lo que fuera por esta mujer

-oh nena- me coloque sobre ella y la bese lentamente, seria la ultima oportunidad para detenerme- estas segura?

-si, lo estoy- sus palabras me hicieron sonreir, la coloque a horcajadas sobre mi. la hice sentir mi exitación, coloque una mano en su centro, cuando senti que estaba cerca de su climax la atraje a mi, sujete su cadera y me coloque en su entrada, senti como se abrazo a mi cuello, inclinandose mas a mi

-sabes que hacer- dije en en su oido con mi voz ronca por la exitacion, bajo lentamente, demasiado lento, se detuvo ante la evidente barrera de su virginidad, me quede muy quiero, la vi morder su labio inferior con fuerza y empujar, sentí su dolor, porque me abrazo con mas fuerza, sus lagrimas aparecieron y las retire con mi pulgar, cerciorandome que estuviera bien

Acuérdate de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora