19. Mentiras piadosas

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(narra Villa)

El despertar de la noche de bodas fue mejor de lo que esperaba, teníamos buenas noticias y tendría que omitir mencionarlas para tenerlas a mi favor. Me apresure a hacer las cosas que necesitaba antes de que Su despertara, si me preguntaban en este momento, después de mas de año y medio de iniciar esta locura nunca pensé en ser quien tuviera tanta responsabilidad sobre una persona y aquí estaba preparando el desayuno para los dos.

-buen día- escuche su voz, miraba hacia el piso con pena, estaba recargada en la puerta como no queriendo estar ahí

-buen día bonita, como te sientes?- dije alegre, no sabia como reaccionar después del drama de anoche, verla llorar me hacia sentir tan miserable que no tenia idea de que cambiar, la he visto llorar mas veces que las que recuerdo en solo dos meses, eso es un récord hasta para el mas HDP y al parecer yo me estaba ganando el puesto bastante rápido con mi esposa.

La voltee a ver, se encogió de hombros, estaba apenada y no tenia una respuesta

-me quiero disculpar por el berrinche de anoche- aun no levantaba la mirada, lo cual me hacia saber que en verdad estaba arrepentida y teniendo luchas internas muy profundas, era momento de sacarla de ahí. Me acerque y la tome de la cintura, pegándola a mi, lo cual hacia que tuviera que levantar la mirada

-solo así? una disculpa y ya?- dije sin afán de conflictuarla más, cosa que claramente no sucedió por que vi cristalizarse su mirada y cerrar los ojos con fuerza antes de que las lagrimas la traicionaran de nuevo

-no se que más hacer o decir

-lo se- dije besándola, quería que supiera que mi amor por ella no cambiaria por un berrinche, por mucho que me sacara de mis casillas, por mucho que quisiera huir, yo estaría ahí haciendo quela historia funcionara.

-wow

Nos separamos por aire, fue uno de los besos más intensos que habíamos experimentado, por mi parte quería que sintiera el amor que le tengo, por su parte pude percibir su miedo, su culpa y su necesidad de saber que las cosas estaban bien entre nosotros.

-me pregunto si...- me quede pensando en tentar la suerte y tratar de no perder el vuelo

-a que hora sale el vuelo?- pregunto con esperanza, yo sabia que debíamos compensar nuestra noche de bodas

-a las 12 del día- respondí

-tenemos una hora- dijo tentadora

-no me tientes

-vamos, esta todo empacado

-ok, pondré una alarma- no tenía opción, esa mujer era mi debilidad. La levante del piso llevándola hacia la habitación, bese su cuello, baje lentamente hasta su pecho y me perdí en el, recorrer su cuerpo era de las cosas mas maravillosas que existían en el mundo, jugué mis cartas para que entendiera que no había negociaciones, pero que supiera que no dejaría de amarla, ambos necesitábamos esta unión de alguna manera. Me movía lentamente, no quería que fuera algo que no disfrutara, escuche mi nombre salir de sus labios, sabía que había conseguido el objetivo, no por ego, pero ser el único hombre el la vida de una mujer es una constante reinvención.

-buenos días- dije burlón aun sosteniéndola en mis brazos

-ahora me siento peor- dijo exasperada

-por que?- pregunte con sorpresa y algo ofendido

-porque pedí una disculpa por el berrinche y mira lo que logre

-tan mal estuvo?- pregunte realmente me sentía ofendido

-depende de que hablemos- respondió confundida

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